Las denuncias del asambleísta Galo Lara sobre supuestos desvíos de fondos públicos tuvieron hoy como caja de resonancia un enfrentamiento verbal entre Fernando Alvarado, secretario Nacional de Comunicación, y el periodista Gonzalo Rosero, de Radio Democracia, que fue obligada a pasar un programa del Gobierno.
En efecto, esta mañana la programación de Radio Democracia fue interrumpida por un programa obligado por la Secretaría de Comunicación en el que se acusaba al entrevistador Gonzalo Rosero de haber entrevistado al asambleísta Galo Lara sin exigir pruebas de sus denuncias.
Lara había denunciado, en un programa anterior, básicamente dos cosas.
Por un lado, el supuesto hecho de que el ex secretario de la Unidad de Análisis Financiero, Gustavo Iturralde, renunció porque había presentado un informe sobre manejos incorrectos de cuentas bancarias de funcionarios del Gobierno.
La otra parte de la denuncia de Lara apunta a que hubo supuestos desvíos de fondos públicos en grandes cantidades desde unas cuentas de gastos secretos de la Presidencia de la República a las cuentas privadas de dos policías cuyos nombres y números de cuenta las hizo públicas en la entrevista de la polémica.
La Secretaría de Comunicación interrumpió la programación regular de Democracia hoy pasadas las 07:00 y obligó a transmitir una cuña en la que decía que Lara miente y en la que se acusaba a Gonzalo Rosero de no haber hecho nada por evitar que el asambleísta falte a la verdad.
La Secretaría de Comunicación acusó a Rosero de no haber exigido pruebas a Lara y de haberlo entrevistado a pesar de, según dijo, los antecedentes criminales que tiene el asambleísta.
Esto hizo que Rosero se defienda. El radiodifusor dijo que como entrevistador no puede poner un esparadrapo a sus entrevistados y que Lara tenía la libertad de presentar las denuncias bajo su responsabilidad. “Guste o no Lara es representante del pueblo”, dijo Rosero. Acusó también a los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado de decir “disparates”.
Más adelante, Rosero reprodujo la entrevista que había hecho a Lara anteriormente y que fue la que desató el programa de la Secretaría de Comunicación. En esa entrevista, en efecto, Lara hace las acusaciones y afirma tener pruebas que, dijo, va a presentar a la Fiscalía.
En este contexto, Alvarado, llamó a la radio. Reclamó a Rosero que le dé crédito a las denuncias de Lara a quien descalificó.
El funcionario recibió como respuesta el enérgico reclamo del periodista Rosero quien le dijo que minutos antes lo había ofendido con las acusaciones que le habían hecho en el programa. “No es justo”, le dijo Rosero.
Alvarado, por su lado, insistió en su tesis de que la emisora no debe entrevistar a quienes, según él, no tienen autoridad moral para hacer denuncias. “No puede dejar que diga lo que le da la gana”, sostuvo Alvarado. Finalmente el funcionario cerró el teléfono y la polémica finalizó.