‘Se trataría de una gran pérdida“, según el presidente del Consejo Nacional de la Judicatura, Gustavo Jalhk. Es lo único que dijo ayer sobre la renuncia de Fernando Cordero a su cargo de presidente del Directorio del Instituto de Seguridad Social (IESS).
Esta renuncia, por razones personales, según confesó Cordero, coincide la eventual salida de Galo Mora de la Secretaría Ejecutivo de Alianza País. Así lo dejó entrever el martes el presidente Rafael Correa.
Los dos han sido piezas clave en los siete años de la revolución ciudadana. Son parte de los ejes centrales de un movimiento que nació con la idea de refundar el país.
Mora trabajó como secretario personal del presidente Rafael Correa y luego como el ajedrecista que pretendió dar estructura nacional a AP como su secretario ejecutivo.
Pero el caso de Cordero es distinto. Su participación, primero en el Congreso Nacional (2007), en la Asamblea Constituyente (2007-2008) y luego como presidente de la Asamblea Nacional (2008-2013), fue factor decisivo en la consolidación legislativa del correísmo.
Como dice una frase peronista: “todo se puede perdonar, hasta la traición, pero jamás la derrota“, el revés electoral del 23 de febrero, coincide con estas dos salidas, y la de Betty Tola, secretaria de la Política. El propio Ramiro González los acusó de falta de visión en la pasada campaña electoral.
La política en Ecuador está viviendo un momento especial, según el asambleísta de Avanza, Byron Pacheco, quien recoge las palabras del Presidente: “el sectarismo, la arrogancia y cierta vanidad llevaron a que algunos directivos en AP cometieran errores y hicieran que este triunfo de la izquierda sea agridulce“.
En este período de socialismo del siglo XXI que vive el Ecuador, ya han sido varias las personalidades que iniciaron el proceso y que dejaron la militancia del movimiento oficialista. Los motivos son varios, pero coinciden, según Gustavo Larrea, primer ministro de Gobierno de Correa, en que provienen de “las tendencias más progresistas, más comprometidas con las libertades, aunque todavía hay que ver qué rumbo toma Alianza País”.
¿Cómo se fue consolidando Cordero en el oficialismo a lo largo de estos siete años?
Antes de iniciar la campaña presidencial del 2006, Fernando Cordero, lideraba el Movimiento Nueva Ciudad con el que ganó en dos ocasiones la Alcaldía cuencana. En ese entonces midieron la aceptación de Freddy Ehlers para la Presidencia de la República y no descartaban una alianza de concertación de la izquierda.
Cordero dijo que entre los aspirantes presidenciales Correa era el de mayor proximidad con su movimiento. Poco tiempo después su agrupación política se sumó a la propuesta del actual Mandatario para apoyarlo en la campaña.
Los simpatizantes de Nueva Ciudad y exfuncionarios municipales de los períodos de Cordero se sumaron desde entonces a País. Según el gobernador de Azuay, Humberto Cordero, quien fue director provincial de País en ese entonces, siete movimientos se sumaron entre otros Nueva Ciudad y Acuerdo Progresista y el apoyo de Cordero por la imagen que ganó en sus alcaldías fue importante.
Una vez que Correa triunfó Fernando Cordero ocupó cargos fuera de la capital azuaya como en la Constituyente, denominado Congresillo, Asamblea Nacional y el IESS.
Ramiro Ordóñez, dirigente azuayo de Avanza, dice al no ser candidato Cordero por dignidades locales, por algún tiempo, le restó imagen entre los azuayos, pero su liderazgo en su movimiento se mantiene.
En las últimos comicios el Buró Nacional de Alianza País tomó la decisión de candidatizar a María Caridad Vázquez a la Prefectura de Azuay, aunque antes sonaban otros nombres en la provincia como el actual viceprefecto David Acurio, el ministro Esteban Albornoz o el mismo gobernador Cordero.
Ella fue edil de Cuenca por el Movimiento Nueva Ciudad. Hace 12 años recibió una llamada del exalcalde cuencano para sumarse a esa tienda y fue electa para el período 2002-2006.
Según el analista Marco Salamea, a él se le atribuye la sugerencia de esa candidatura, pero en realidad pesó la decisión del Mandatario. El gobernador Cordero dice que la resolución salió del Buró donde estuvieron Betty Tola, Doris Soliz, Fernando Cordero, entre otros.
Humberto Cordero insiste en que la influencia del expresidente del IESS se mantiene en la provincia y sus criterios como los de otros dirigentes son analizados en la provincia.
Al interior de Alianza País, en la Asamblea, no quieren hablar mucho de la renuncia de Cordero. De hecho, el legislador por Manabí, José Zambrano, confesó que hasta ayer no conocía de manera oficial la salida. “Se dice tras bastidores que ha salida”, dijo, y reconoció como algo penoso porque fue un pilar en la construcción de la revolución.
Y si bien la vicepresidenta de la Asamblea, Marcela Aguiñaga, coincide con Zambrano en que se va a uno de los referentes de esta revolución ciudadana, “los militantes no solo tenemos que estar en cargos sino hacer nuestra revolución desde nuestras trincheras”.
¿Cuáles serán las trincheras de Cordero y de Mora?
Nadie se atreve a decir. Sí esperan que pronto lo decida el presidente Correa. “En este proceso nadie debe considerarse indispensable”, reflexiona Aguiñaga.
Pero cuando se le pregunta entonces si, bajo el análisis de la re-reelección, Correa es el único indispensable, dirá que no, que “el movimiento es un medio no un fin”, y que tanto Cordero como Galo Mora, seguirán adentro, apoyando y profundizando la revolución ciudadana.
Cordero, por su parte, dijo que volverá a Cuenca.