Galo Chiriboga se ha ganado con todos los méritos un lugar en la historia del país. Gracias a una disposición fiscal firmada por el Fiscal de la Revolución Ciudadana, en el Ecuador ya nadie podrá pensar que se comete delito al realizar cadenas de radio y televisión, es decir usar un privilegio estatal a favor de las aspiraciones personales de un privado, en este caso del ciudadano Rafael Vicente Correa Delgado.
No se comete peculado, reza la lección del Fiscal, cuando se usan recursos públicos en la realización de al menos seis cadenas de radio y televisión en las que la Presidencia de la República defendió y promocionó la aspiración del ciudadano de marras a reclamar el pago de USD 40 millones.
Ha hecho también historia el Fiscal al acoger un informe de Contraloría, según información del Ministerio de la Propaganda, que dice que hacer esas cadenas no tiene costo alguno, cuando un mínimo de sentido común dice que producir cadenas de esa índole implica el uso de recursos humanos y físicos del Estado .
En esa disposición fiscal, Chiriboga dice que no hay peculado porque las cadenas trataban temas de interés nacional. Así legitimó, para la posteridad, la impúdica trampa según la cual se presenta una demanda privada -que abre las puertas para la indemnización monetaria y el perdón- para que cuente con el apoyo de todos los recur-sos del Estado, como si se tratara de una demanda pública la que, a diferencia de la privada, no da vía a la re-clamación monetaria y no abre la puerta al misericordioso perdón. Amén.