En el lanzamiento del libro de Diego Cornejo ‘Nux Vómica’, un homenaje al periodismo ecuatoriano, los asistentes disfrutaron de un momento ameno, entre sarcásticos discursos que arrancaron más de una sonrisa.
Periodistas, catedráticos, políticos y ciudadanos llegaron anoche hasta el salón Neuchatel, del Swissôtel, donde se realizó la presentación.
A su llegada, Cornejo lucía sereno. Un oscuro traje contrastaba con la camisa blanca. A su ingresó aprovechó para saludar con los asistentes, quienes le expresaban su apoyo en un momento donde la labor periodística es cuestionada por el poder.
El discurso inicial estuvo a cargo de Francisco, ‘El Pájaro’, Febres Cordero, quien dijo que la obra de Cornejo es una explosiva mezcla de dulzura e ira, de poesía y análisis, cuyo resultado es “un medicamento que en estos tiempos oscuros, le reconcilia a uno con el ser humano”. Recomendó esta obra para recuperar la memoria histórica.
Luego fue el turno de Cornejo, quien dijo que su obra es una antología muy personal de diaria actividad en el periodismo escrito como cronista, columnista y editor, y que está dedicada al periodismo independiente, a los periodistas, medios de comunicación y a quienes defienden la libertad de expresión.
“No hay crimen que no deje un rastro, de modo que estas páginas son una impronta de lo que escribí entre 1987 y el 2007”.
Confesó que ha tenido cuatro vidas: como activista sindical, editor de libros, periodista y como novelista. Destacando los difíciles momentos para el periodismo, dijo que se ha convertido en un artista de televisión gracias a las cadenas nacionales del siniestro aparato de propaganda del Gobierno, “que ha pretendido enlodar con un cadenazo de 15 minutos estas cuatro vidas que suman unos 50 años”.
Por ello, con más fuerza sostuvo: “Seguiré siendo lo que he sido si me dejan seguir leyendo a Cervantes y si los ecuatorianos vencemos el miedo a decir públicamente lo que pensamos”.
Después del discurso firmó algunos libros y compartió anécdotas con los invitados.