Esta noche acaba de presentarse la segunda edición de la obra Recovecos de la Historia del ex presidente Rodrigo Borja.
El lanzamiento se ha desarrollado en una atmósfera cargada de anécdotas, historias y humor político.
El humor llegó con el periodista y escritor Francisco Febres Cordero, quien inició su intervención confesando que, por la mente, se le cruzó la idea de que el líder socialdemócrata había muerto, ya que en estos días ha sido objeto de una ola de homenajes.
Finas bromas sobre “excesos” en nombre de la “austeridad” de su gobierno (1988-1992) arrancaron carcajadas de los asistentes que abarrotaron el auditorio de la Flacso. Como, por ejemplo, que en su administración, en Carondelet, solo se servía jugo de tomate de árbol. O que, por delicadeza, no llevó a Carmen Calixto, su mujer, al Cuzco, pese a su deseo irrefrenable de conocer la histórica ciudad peruana.
En medio de bromas y anécdotas del ‘Pájaro’ Febres Cordero, también hubo espacio para la seriedad. Específicamente al resaltar su espíritu democrático, reflejado en su tolerancia ante las críticas de la prensa y detractores. “Jamás un insulto, un juicio o la clausura de un medio”.
A renglón seguido llegó el turno de Pedro Saad, quien habló conectado a oxígeno por un enfisema que padece. Sus palabras se enfocaron en resaltar la honradez de Borja y en machacar en alguna de las 172 anécdotas de la publicación. Como aquel deseo del entonces joven Rodrigo Borja de colaborar con la Revolución Cubana, pero que no pudo concretarse por la falta de armas de los revolucionarios.
El colofón de la presentación llegó con el autor de la obra. Con una oratoria diáfana y desenfadada, por más de una hora también recreó varias de sus anécdotas. Como aquel rumor lanzado por sus opositores en los 80, de que supuestamente estaba loco e internado en un sanatorio en España. Al regresar de Europa, donde por entonces estaba de viaje, Borja recordó que declaró a la prensa que “si estuviera loco no tendría nada malo en decirlo”, al reconocer que no fue la mejor respuesta al desequilibrado rumor. Esas palabras no hicieron más que arrancar más risotadas de los asistentes. Entre ellos figuraron varios dirigentes de la ahora desaparecida Izquierda Democrática (no se pudo registrar para las elecciones del 2013) como Andrés Vallejo.
Al relatar cómo era su relación con líderes de la socialdemocracia internacional, también se dio tiempo para cuestionar a los actuales líderes de la región. Sin mencionar nombres, dijo que hay “politiqueros” del telepronter, por fingir improvisar sus discursos cuando en verdad los leen. “Es una estafa política”, sentenció.