Las desigualdades sociales, el crimen organizado y la debilidad del Estado de Derecho convierten a América Latina en una de las regiones con mayor deterioro democrático en los últimos años.
Así lo señala un informe de la fundación independiente Bertelsmann (BTI), a través de su Índice de Transformación.
Según el documento, publicado en Alemania, los retrocesos en países como Argentina, Guatemala, México o Ecuador hunden el promedio de la región y anulan los progresos de Uruguay, Chile y Brasil.
El BTI mide los avances en democracia, economía y gestión de gobierno en 128 países emergentes y en desarrollo. Se basa en datos recogidos por expertos locales y extranjeros.
Para América Latina, los expertos califican la situación política como “muy dispar”.
“Pero en la mayoría de países el proceso de cambio se estancó”, señala el documento. De hecho, la nota de la región cayó de 7,02 puntos en 2008 a 6,83 este año, en una escala de 0 a 10 en la que 10 es la máxima calificación.
El informe califica como “defectuosas” las democracias de 10 países latinoamericanos. Entre ellos Panamá (7,70 puntos), Argentina (7,55), República Dominicana (7,40), México (6,95) o Perú (6,70).
“Muy defectuosas” son las de Nicaragua (5,75), Ecuador (5,70) y Guatemala (5,55).
En comparación con el informe de 2010, Argentina registra el mayor retroceso en la categoría política al perder 0,35 puntos. Los progresos “razonables” del campo socioeconómico quedaron aquí“pulverizados” por los conflictos entre los diversos grupos políticos, agrega el estudio.
“Los gobiernos peronistas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner impulsaron desde 2003 esta informalización de la política”, señala.
Una situación similar se da en Panamá y Ecuador (ambos ceden 0,20 puntos), donde “la ambición de poder” de los presidentes Ricardo Martinelli y Rafael Correa y el trato a las instituciones democráticas “son los que perjudican el desarrollo democrático”. “El BTI muestra que el crecimiento económico no lleva automáticamente a la estabilidad política y a un desarrollo social más equitativo” destaca Aart de Geus, directivo de Bertelsmann.