La cuota política en el Ministerio de Relaciones Exteriores, poco a poco, ha ido desplazando a los funcionarios de carrera del servicio exterior. Casi todas las autoridades de la Cancillería son personas vinculadas al Gobierno.La última decisión del presidente Rafael Correa fue nombrar a Galo Borja, ex ministro de Sectores Estratégicos, como vicecanciller de Comercio Exterior, en reemplazo del embajador Méntor Villagómez.
Asimismo, se anunció que el vicecanciller Lautaro Pozo será nombrado representante del Ecuador ante la Unesco. Según el embajador, dentro de un mes y medio se cristalizará su cambio. Aunque aún no se conoce su reemplazo. Uno de los nombres que sonaba era el del asesor de Cancillería, Eduardo Paredes.
Él fue viceministro de Gobierno con Gustavo Larrea. Luego estuvo con Ricardo Patiño en el Ministerio Coordinador de la Política. Y ahora pasó como su asesor a la Cancillería. Sin embargo, el funcionario rechazó estos rumores y aclaró que el objetivo puede ser “causar malestar en los funcionarios del servicio exterior”.
Estos cambios preocupan a los miembros del servicio exterior. Desde el 2009, los cargos que estaban destinados a diplomáticos han sido ocupados por técnicos y personal administrativo sin experiencia en la diplomacia.
Actualmente, de nueve autoridades de la Cancillería, dos son embajadores: Pozo y Leonardo Carrión, ese último está encargado de la Subsecretaría de Servicios Consulares. El resto de subsecretarios son profesionales en diversas áreas. Por ejemplo, el vicecanciller Borja es arquitecto; el subsecretario de Relaciones Multilaterales, Rafael Quintero, es máster en Sociología; y la subsecretaria de la Regional en Cuenca, Ana Lucía Serrano, es licenciada en Turismo.
Para la Cancillería, los cambios son un paso hacia un modelo de gestión nuevo. Pero los funcionarios de carrera creen que se han afectando los intereses del país.
En el Ministerio de Relaciones Exteriores trabajan 718 funcionarios, de los cuales 268 son diplomáticos de carrera, 170 son auxiliares administrativos y asesores del ministro Ricardo Patiño con contrato. Además, 17 personas tienen nombramiento y están en cargos de directores de área. Estas funciones fueron creadas en el 2009, cuando Fánder Falconí dirigía esta Cartera de Estado.
Según el director de Recursos Humanos, Jorge Muñoz, esta nueva distribución obedece a una disposición del presidente Rafael Correa. El Decreto Ejecutivo 195, de diciembre del 2009, establece que todos los ministerios coordinadores y sectoriales deben homologar su estructura organizativa. Así, todos deben tener coordinaciones Jurídica, de Planificación y Administrativa Financiera; y direcciones de Auditoría Interna y de Comunicación.
Por ello, se ha incrementado el personal de la Cancillería, justifica Muñoz. Pero para el embajador Rodrigo Yepes, con esta decisión se ha reducido al servicio exterior a su mínima expresión.
La Ley de Servicio Exterior establece que el 10% de los funcionarios diplomáticos pueden ser políticos. Esta norma fue cambiada el 30 de diciembre del 2008, luego de un pedido del Ejecutivo, para que los altos cargos de la Cancillería sean de libre remoción.
El objetivo, según dijo Correa, era que pueda designar a sus colaboradores de confianza en las misiones diplomáticas y que no sean solo funcionarios de carrera.
De esta forma se incrementó el número de funcionarios técnicos. “La cuota política afecta gravemente al servicio exterior. En ciertos países es mayor la politización y en otros menor, porque a más de representar al país representan al Gobierno. Pero ellos entran sin concurso sin cumplir ningún requisito”, señaló Yepes.
Según Muñoz, hasta el 2008 los embajadores cumplían las funciones de directores de áreas, porque no estaban creadas las partidas presupuestarias para esos cargos. “Al crear una partida se establece un perfil profesional que debe cumplir un director de área. Y la carrera diplomática no tiene ese perfil técnico para hacerlo y nos evita la rotación”.
Pero si se sigue esa lógica, los delegados políticos tampoco tendrían el perfil para cumplir funciones diplomáticas. “Me pone en la disyuntiva porque no sé si estén preparados (para cumplir misiones diplomáticas)”, dijo Muñoz.
Es decir, que en la cuota política no solo están autoridades del Ministerio, sino también embajadores en otros países, como Galo Chiriboga, embajador en España; Wellington Sandoval, en Argentina; Ana Albán, en Gran Bretaña e Irlanda del Norte’ Todos fueron ministros de este Gobierno, removidos por sus funciones.
Este tema siempre ha sido un dolor de cabeza para el servicio exterior. Todos los gobiernos han incluido a sus delegados. Incluso, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez, gran parte de las embajadas de Ecuador en el exterior estaban a cargo de personas vinculadas a él: sus hermanas, cuñados…
Yepes cree que el incluir gente sin conocimiento de diplomacia ha generado un declive en la profesión, pues se ha reducido la calidad de la representación del país en el exterior. “Antes incluso se capacitaba a los políticos que iban en misión diplomática, pero ahora ni siquiera eso se hace”.
La Academia Diplomática es ahora más flexible
Una de las principales modificaciones que preocupa a los diplomáticos de carrera es la reforma al funcionamiento de la Academia Diplomática. Para ellos se ha flexibilizado la educación y su proceso de selección.
Hasta el 2008, para ingresar a la Academia se debía cumplir una serie de requisitos y aprobar el concurso de merecimientos.
Luego de ello, se debían cursar dos años de estudios. Para ingresar a la carrera diplomática se debían aprobar todos los cursos y nuevamente someterse a un concurso de merecimientos para llenar una vacante. Después de esperar seis meses se analizaba la disponibilidad y se podía entrar a la carrera, pero con el grado de tercer secretario (más bajo).
Sin embargo, con la modificación legal del 2008 se resolvió que todos los aspirantes deben concursar para un cupo en la Academia. Pero los que lo logran ya ingresan directamente a la carrera diplomática con el mismo rango. También estudian dos años y deben aprobar las materias, pero no deben someterse a ningún nuevo proceso de selección. Ya forman parte de la institución.
Ellos perciben un sueldo de acuerdo a su rango: USD 895.