Virgilio Hernández. Asambleísta de Alianza País.
Quién es?
Fue asambleísta constituyente, preside la mesa de Gobiernos Autónomos. Es profesor de la U. Católica. En el gobierno de Lucio Gutiérrez fue subsecretario por Pachakutik y fue el primero en dejar el cargo.
Lo que dijo
Que allanarse al texto del Ejecutivo sería un autogol para el oficialismo, y que con el veto electoral sería difícil que surjan liderazgos locales si los nuevos candidatos no salen en los medios de comunicación.
Lo que hizo
Defendió la tesis de negar el texto de Correa y se peleó con Juan Carlos Cassinelli, al que llamó cobarde. Pero finalmente se abstuvo “por disciplina partidista”. Su voto y el de otros 23 dieron vía libre al veto…
‘Virgilio Hernández, ¿por qué no te callas?”. Lo escribió la roldosista Saruka Rodríguez en Twitter, después de haber conocido lo que este legislador de Alianza País dijo sobre el pacto entre su bloque y el PRE, partido al que calificó de “cáncer para la política, nefasto, pero con el que se aprende a vivir”.
Este comentario, dicho meses atrás, no ha sido lo único polémico de Hernández en esta legislatura. Esta semana se volvió a colocar en una posición, por lo menos incómoda, tanto en su bloque como ante la opinión pública.
Fue el primero en pronunciarse en contra del veto presidencial al Código de la Democracia. Se opuso al artículo que obliga a los medios de comunicación a abstenerse de hacer reportajes o cualquier otra forma de mensaje que, en época de campaña, pudiera considerarse propaganda directa o indirecta, a favor o en contra de los candidatos o una tesis política.
Pero en la votación del martes, Hernández no voto en contra del veto. Aduce que lo hizo por disciplina partidista, aunque con ello puso en duda la independencia del Legislativo ante el Ejecutivo.
En las reuniones previas de A. País, Hernández, de 46 años, defendió la tesis de ratificar el texto original, aprobado el 27 de diciembre por la Asamblea.
Con una presentación en PowerPoint les hizo ver que si el bloque acogía la tesis del Ejecutivo, Alianza País se iba a meter un autogol. La razón: entorpecería una campaña que, según él, el oficialismo ya tiene ganada. Y obligaría al Consejo Nacional Electoral a pronunciarse, constantemente, para dilucidar si una noticia es o no propaganda.
Hernández se enfrentó a Juan Carlos Cassinelli, quien es amigo del presidente Rafael Correa y de Rolando Panchana, desde la época en la que estudiaban en la U. Católica de Guayaquil. Y, según se bromea, es uno de los más ‘pelucones’ del bloque: vive en Samborondón en Guayaquil, es yerno de Jaime Damerval. Además fue jefe político, en la época en que Camilo Samán era gobernador del Guayas. Cassinelli llegó a la Asamblea sin haber participado en las primarias del movimiento, pero ahora parece ser quien manda dentro de la bancada.
A Cassinelli y a sus compañeros, Hernández les preguntó, ¿qué pasaría con los candidatos a alcalde, prefectos, concejales y miembros de juntas parroquiales que no sean conocidos? Con este ‘silencio electoral’, ¿cómo surgirán liderazgos locales?
El lunes en la noche ganó la tesis de Hernández, quien, en cambio, vendía rompope con su madre, en el mercado de Santa Clara, cuando era niño. Y fue uno de los que invadió el actual parque Itchimbía, centro de Quito, con una toma simbólica en 1995.
En esa reunión se decidió negar el texto del Ejecutivo, con la presencia de 20 legisladores de los 55 del bloque. Son esos 20 quienes siempre acuden a las sesiones. También participó de la cita la ministra de la Política, Betty Tola, su amiga desde hace 20 años.
Hernández pertenece a la llamada ala crítica de A. País, de la que también es parte el presidente Fernando Cordero, y hasta la mañana del martes su posición parecía ser la clara vencedora.
Sin embargo, en los pasillos del Pleno, legisladores como Gabriel Rivera repetían que no se acogerían a la decisión de la bancada. Él admitió que no estuvo en la sesión, en la que se resolvió sobre el tema. Otros oficialistas, fuera de grabación, comentaban que estaba en juego sus reelecciones.
A las 20:30, en medio del receso, en el que todos cenaron, la bancada se reunió otra vez.
Cassinelli criticó la labor de la Ministra de la Política. Dijo que ella no supo traer el mensaje enviado por el presidente Correa, que solo buscaba dar igualdad de condiciones a los candidatos.
Hernández le pidió a Cassinelli no hablar mal del trabajo de la Ministra. A las 22:00, Virgilio Hernández regresó al Pleno, con los ojos enrojecidos, había perdido la cabeza y la partida. Su enérgico rechazo al veto presidencial terminó en una tibia abstención, que le dio la victoria a Correa, devaluó el papel de la Asamblea y le puso una mordaza a la prensa.