No hubo que esperar mucho para que el colectivo Yasunidos comenzara a sentir el desencanto. Aquello que habían pronosticado desde hace 180 días se estaba cumpliendo según su visión. En el Consejo Nacional Electoral se presentarían los problemas para verificar las 756 623 firmas que presentaron para una eventual consulta popular y evitar la extracción petrolera en el ITT.
La primera denuncia que hicieron en el órgano electoral fue que no se había respetado la cadena de custodia de las cajas en donde se guardaban las copias de las cédulas de los recolectores de firmas. Según el colectivo, eran 1 426. Pero el vicepresidente del CNE, Paúl Salazar, en una conferencia de prensa brindada el jueves, dijo que solo eran 1 275.
Salazar añadió que las 55 cajas donde se encuentran los formularios del colectivo están resguardadas y selladas en presencia de Grace López, notara Vigésima. Pero el jueves, el traslado de los formularios al centro de mando en el excomisariato del Ejército, en el norte de Quito, se dio en medio de protestas de este colectivo ecologista.
Además, hasta el momento no se ha permitido a ningún representante de Yasunidos observar el proceso de verificación de las rúbricas. Sin embargo, el CNE afirma que para garantizar el proceso hay la presencia de veedores internacionales y nacionales.