El presidente Rafael Correa quiere que todo el sistema interamericano de derechos humanos sea cambiado y anunció que llevará ese propósito a la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, Celac, que se desarrollará en el mes de diciembre en Venezuela.
Correa hizo este anuncio durante la ceremonia de posesión de los nuevos ministros hoy en Carondelet. Aparentemente, lo que llevó a Correa a hacer este anuncio es la disconformidad que tiene por la forma en el que el Ecuador quedó retratado durante la audiencia de Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en Washington cuando representantes de la prensa independiente del país expusieron sus argumentos para sostener que en el Ecuador existe una política oficial de acoso a la prensa.
Correa invirtió gran parte de su discurso a hablar sobre el tema. Correa dijo que es demasiado obvia la presencia y prevalencia de Estados Unidos en ese Sistema y lamentó que se intente utilizar el Pacto de San José (hecho para proteger a los ciudadanos de las dictaduras del continente, en noviembre de 1969) para perseguir a los gobiernos progresistas de la región, reseña la agencia de noticias del gobierno, Andes.
Correa dijo que resulta increíble tener que ir a Washington para discutir asuntos latinoamericanos cuando EE.UU. no reconoce la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
En este mismo sentido, deploró que una norteamericana, Dinah Shelton, presida la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Rechazó que supuestos activistas por la defensa de la libertad de expresión hayan hecho quedar mal al país por defender intereses privados. El gobernante hacía referencia a la audiencia temática que se realizó el 24 de octubre en la sede de la OEA en Washington, donde un grupo de periodistas denunció las supuestas amenazas a la libertad de expresión por parte del régimen.
Calificó como “muy grave” que se haya llevado al país a esa instancia tratando de hacerlo quedar mal por defender “intereses privados”. Evidentemente molesto e incluso en ciertos momentos en tono alto, Correa dijo que peticionarios no fueron a defender la libertad de expresión sino a desprestigiarlo, a quedar mal a él, incluso refiriéndose a un juicio en marcha (contra dos periodistas que lo acusan de conocer los contratos de su hermano Fabricio Correa).
Según Andes, Correa sostuvo que está dispuesto a despojarse de su inmunidad “para que me pongan los juicios que quieran”, si los peticionarios comprueban que se dice alguna mentira en la cadena oficial en la que se expone la posición del director de la Fundación Andina para la Observación de Medios (Fundamedios), César Ricaurte.
“Estamos diciendo la verdad, que no les guste es otra cosa. (En la cadena) Estamos demostrando quiénes son los agresores, quiénes insultan, quiénes calumnian, quiénes desinforman, quiénes se financian con fondos públicos de Estados Unidos, quiénes hacen politiquería disfrazados de periodistas”, subrayó.
“Aquí nos encontrarán más firmes que nunca. No permitiremos que con sus tentáculos nacionales e internacionales, el mayor poder de América Latina y del mundo: la prensa, socave la verdad y la soberanía de nuestros pueblos”, recalcó.