inicios de este siglo, América Latina dio un giro hacia la izquierda. Hugo Chávez se había consolidado en Venezuela y su gestión no despertaba las críticas de la actualidad. Lula se estrenaba como presidente del Brasil y pocos imaginaban su pragmatismo.
La popularidad en Chile de Ricardo Lagos le auguraba a la Concertación cuatro años más de socialismo moderado. En Uruguay triunfaba Tabaré Vásquez y en Argentina, tras el colapso financiero del 2001, se preveía la llegada de un gobierno de izquierda. Solo en Colombia, Perú y México la derecha mantenía el control. Ecuador y Bolivia, con sus crisis institucionales, eran una incógnita. Comienza una nueva década y el mapa latinoamericano vuelve a cambiar. Chile dio el primer paso con Sebastián Piñera.
Él se suma a México y a un Perú que, por los resultados de su gestión macroeconómica, busca mantener la tendencia. En Brasil habrá elecciones y si la candidata de Lula no triunfa vendrá un gobierno más aperturista.
En Colombia, el candidato de centro izquierda podría dar la sorpresa. Hugo Chávez y los Kirchner se desgastan, mientras que Rafael Correa y Evo Morales siguen firmes en el Socialismo del siglo XXI. El continente parece alejarse de la izquierda para encontrar respuestas a los principales problemas que aquejan al continente: desempleo e inseguridad ciudadana.
El Grupo de Diarios de América presenta un informe detallado de cómo miran nuestros países el nuevo momento democrático.