La Cancillería ecuatoriana cuestionó con dureza el informe que el Departamento de Estado de EE.UU. presentó esta semana a propósito de la situación de Derechos Humanos en la región.
En ese informe, el Gobierno de ese país señaló que las restricciones a las libertades de expresión, prensa y asociación, son parte de las violaciones a los derechos humanos que tuvieron lugar en el Ecuador, a lo largo del 2013. Ese informe también subraya la falta de independencia del Poder Judicial.
Este balance pone a Ecuador junto a Venezuela y Cuba en la lista de los países de América Latina que, a criterio de EE.UU., violan los Derechos Humanos.
En respuesta, el Gobierno ecuatoriano dijo rechazar estas “críticas unilaterales”, provenientes de un país que “presenta un pobre historial en lo que respecta al cumplimiento de los Derechos Humanos en los últimos años”.
En síntesis, Ecuador mencionó todo el manejo que EE.UU. le da a la cárcel de Guantánamo, el bloqueo a Cuba, la aplicación de la pena de muerte que existe en varios estados, el uso de aviones no tripulados en los conflictos armados “para asesinar a centenares de ciudadanos en todo el mundo sin mediar procesos judiciales, la invasión a Iraq”, etc.
En ese sentido, Ecuador dijo que en lugar de redactar estos informes, EE.UU. debiera suscribir cinco convenios internacionales: el Pacto de San José, la Convención Universal contra la Tortura, la Convención contra los Derechos de los Niño, sobre los Derechos de los Trabajadores Migrantes y sus Familiares y la Convención de Viena sobre los Derechos de los Tratados.
Este nuevo reclamo se da en medio de la expectativa que el canciller Ricardo Patiño generó tras el anuncio de una posible reunión con su par John Kerry. Las críticas a la libertad de expresión son un tema que ha golpeado la relación bilateral.