A pesar de todas las críticas opositoras y de los exhortos, el Gobierno no cesa en su propaganda sin que el Consejo Nacional Electoral se haya pronunciado.
“El sueño ecuatoriano”, “Ecuador inspira al mundo”… son dos de las múltiples publicidades que el Régimen promueve incesantemente en todos los medios de comunicación para destacar los “logros” en casi 6 años de gobierno.
A manera de proyecto oficial, el uno; y de documental, el otro, el Régimen busca difundir las metas cumplidas desde el 2007. A estos casos suman las decenas de cadenas nacionales y enlaces sabatinos en los que el Primer Mandatario ha aprovechado para pedir el apoyo ciudadano para que la revolución ciudadana siga adelante.
Al igual que las cadenas presidenciales, las distintas instancias estatales han emprendido una campaña permanente y masiva para promover al Gobierno.
Tan solo en noviembre pasado, los ministerios y secretarías de Estado difundieron 2 080 cuñas sobre distintos temas, según el informe de la Corporación Participación Ciudadana.
Esto, sin contar con las más de 100 publicidades que se han emitido de forma compartida o de campañas como “Avanzamos Patria” a escala nacional.
Sin embargo, para CNE este tipo de hechos todavía no se considera promoción electoral, porque la campaña arrancará recién mañana. Por ello, el titular del organismo hizo a inicios de diciembre un exhorto al secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, para que dejara de emitir las cadenas nacionales, como la del miércoles 26 de diciembre, que se transmitió en vivo durante 45 minutos durante la inauguración de una central del ECU911 en Quito.
El presidente del CNE, Domingo Paredes, aseguró que este tipo de cadenas “es malo, es terrible”. “Estamos nosotros, con los medios de comunicación pública y el Ejecutivo, poniendo las reglas de juego para una campaña electoral, equitativa y justa para todos”.
Pero a pesar de esta preocupación, Paredes no ha explicado si tomará alguna acción concreta para controlarlas, ni si prohibirá la difusión de estas propagandas durante los 45 días de promoción electoral.
El artículo 205 del Código de la Democracia establece que “a partir de la convocatoria a elecciones se prohíbe cualquier tipo de publicidad con fines electorales con excepción de las dispuestas por el Consejo Nacional Electoral”.
Pero legalmente, según Andrés Seminario, experto en marketing político, las cuñas de los ministerios no se consideran propaganda electoral. “Desde lo formal no es campaña, pero incide en apuntalar la marca del candidato Presidente”, señaló.
Según la directora de la Corporación Participación Ciudadana, Ruth Hidalgo, el Consejo debe ejercer control. “Estamos viviendo una situación extraña porque hay candidatos que son funcionarios públicos y ponen a su servicio los recursos que son públicos. La respuesta ideal sería ser más rigurosos con los controles”, señaló.
El hecho de que Correa, presidente en funciones, opte por la reelección difícilmente hace que la estrategia comunicación del Gobierno se muestre distante. Cualquier inauguración de obras puede ser parte de la promoción electoral. Para Seminario, el mensaje central de las propagandas estatales siempre tratará de apuntalar la tesis gubernamental y destacar las obras del Ejecutivo. “La gente vota por quien cumple con sus necesidades”, explicó.
Asimismo, el consultor y encuestador Santiago Nieto considera que esta promoción disimulada es parte de la campaña electoral, aunque todavía esta no haya empezado oficialmente.
Además, cree que no es necesario pedir el voto por el candidato Presidente, cuando se promueven las obras y se pide continuar con la llamada revolución ciudadana.
El consejero electoral Juan Pablo Pozo asegura que los controles y las sanciones en estos casos le corresponden al Tribunal Contencioso Electoral (TCE). Señala que una vez que se termine el proceso electoral se revisarán las cifras del gasto electoral y si las publicidades de entidades estatales son contabilizadas como gasto electoral e imputadas al binomio Correa-Jorge Glas, de Alianza País.
Según el artículo 203 del Código Electoral, durante la campaña se prohibirá todo tipo de propagandas de organismos estatales. Además, se deberá pedir autorización al CNE para difundir todo tipo de publicidad.
El candidato a asambleísta nacional, Paco Moncayo, cuestionó la falta de acción del organismo electoral. Él no ha presentado ninguna denuncia, pero “hemos visto como retiran vallas de los candidatos que no son del Gobierno, pero las de Alianza País las dejan intactas”.
En la mira electoral Según el presidente del CNE, Domingo Paredes, “en el asunto de vallas estamos actuando y durante la campaña trabajaremos en coordinación con la Contraloría. “Si un funcionario público intenta utilizar recursos públicos durante el período electoral, que lo piense un millón de veces porque será destituido, acusado de dolo”.
En las redes sociales ciudadanos, políticos y candidatos a la reelección exigen que el CNE “haga su trabajo” para evitar la campaña anticipada en los medios de comunicación y en vallas publicitarias colocadas en las carreteras.
Según Ximena Ponce, candidata a asambleísta por A. País, el Presidente pidió licencia para garantizar la transparencia porque este proceso es “duro”.