Las banderas de las organizaciones de la política de izquierda cubrían desde muy temprano la entrada principal de la Universidad Estatal de Guayaquil, en el centro de la urbe. En ese lugar, la Coordinadora Plurinacional por la Unidad de las Izquierdas congregó a más de 5 000 personas para elegir entre los seis precandidatos al que sería su representante a la Presidencia de la República en las elecciones de febrero del 2013.
Las personas comenzaron a llegar a las 08:00 a la Universidad. Todos buscaban tener un buen puesto en el interior del auditorio, otros en el mezanine, donde había dos pantallas gigantes. Mientras que otros preferían estar en el exterior, dentro de nueve carpas que colocaron.
Estos eran los que acompañaban a sus movimientos. Ellos solo esperaban que a las 11:00 se anunciara quién era el ganador.
Mientras este grupo de personas se acomodaban y esperaban, otro grupo hacía cortas filas para sufragar. La entrada de la Universidad se convirtió en el recinto electoral. En 10 juntas, 1 069 personas estaban destinadas a expresar su voto.
Para Geovanny Atarhuana, subdirector nacional del MPD, la forma como se iba a llevar las elecciones serían transparentes. Ellos buscaban que todos democráticamente eligieran al mejor. A quien lograría llevar a cabo la transformación del país.
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El objetivo que tiene la Coordinadora Plurinacional por la Unidad de las Izquierdas es que juntas puedan lograr el cambio, dijo Atarhuana. Por esto, seis movimientos decidieron unirse con un proyecto unitario.
Los precandidatos presidenciales fueron Alberto Acosta por Montecristi Vive; Paúl Carrasco, Poder Ciudadano; Manuel Salgado, Socialistas Revolucionarios; Salvador Quishpe, Pachakutik; Gustavo Larrea, Participación; y Lenin Hurtado, MPD.
En el recinto electoral, todos comentaban que Acosta era el preferido. El asambleísta César Rodríguez expresó que lo que esperan es que el candidato tenga el potencial para garantizar el proyecto nacional y la capacidad para enfrentarse al poder.
Él junto a Lenin Hurtado esperaban que Acosta llegara al campus. Alrededor de las 09:40 llegó. Todos se acercaron a Acosta, todos querían estrechar su mano. Los seguidores de él se transformaron en un muro, que protegía al entonces precandidato, en su ingreso al auditorio. Cruzaron el interior del salón y por el otro extremo salieron al parqueo lateral de la facultad de Odontología.
Allí se reunieron todos los candidatos. Se fotografiaron juntos. Hicieron una circunferencia y conversaron entre ellos.
Luego, a las 10:34, uno por uno comenzaron a dirigirse a las urnas electorales. El primero en sufragar fue Acosta en la junta 1. Al depositar su voto, la gente a su alrededor gritaba: “Acosta, seguro, a Correa dale duro”.
Seguido, Hurtado en la junta 4 sufragó. Luego a las 10:43 Paúl Carrasco, luego de haber votado mostró al público su voto. Él apoyó a Acosta. Así mismo lo hizo Lourdes Tibán. La asambleísta votó por Salvador Quishpe.
En cambio, Quishpe a las 10:54 se acercó a votar. Pero antes se acercó a un grupo proveniente de Ibarra, comió un poco de tostado, “coger fuerza antes de votar”. Para ellos, dice Juan Marcos Guatemala, ex presidente del Movimiento Independiente de Imbabura, de ese producto proviene la fuerza de los indígenas.
Con este alimento, un grupo de 12 personas de Imbabura se alimentaban. Esta comida comunitaria les permitía que puedan sostenerse, ya que desde las 06:00 estaban en la ciudad.
Al rededor de las 11:30, una hora después de lo programado, se cerraron las urnas. Las mesas comenzaron a contar los votos. En nueve mesas, el ganador fue Acosta, con más de 42 votos en cada junta. Solo en la décima, la designada para la Conaie, el triunfador era Quishpe.
Tras el ganador se colocó Carrasco con 119 votos.
Los resultados se dieron a conocer en el interior del auditorio de Medicina. Cuando la multitud escuchó al ganador, comenzaron a gritar: “Y llora, y llora. Llora Correa, llora”. “Correa te jodiste, Acosta, presidente”, y a su vez flameaban las banderas.
Los otros cinco ex precandidatos presidenciales apoyaron al candidato ganador. En diciembre, ellos elegirán al vicepresidente y a las demás dignidades.
Ex ministro de Correa
Alberto Acosta, (Quito, 1948) considerado como el ideólogo de la Revolución Ciudadana, fue ministro de Energía y Minas en el gobierno de Rafael Correa.
El ahora candidato presidencial fue promotor de la no explotación de los yacimientos mineros, particularmente del crudo del campo petrolero ITT dentro del área del Yasuní.
Acosta es docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Quito. Entre 1977 y 1979 fue designado vicecónsul honorario.