Y, “¿dónde está el Alberto (Acosta)?”. Eso preguntaban algunos militantes del MPD, Pachakutik, Participación… Eran las 10:00 y desde las 09:00 se concentraron en el parque El Arbolito. Estaban listos para caminar hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Le estoy llamando… Me dice que está detenido por el tráfico”, comentaba Fernando Arcos, de Montecristi Vive, con su iPhone en la mano. Él y otros dirigentes contaban que el candidato a la Presidencia de la Coordinadora por la Unidad de las Izquierdas estaba tratando de llegar a la zona de la Casa de la Cultura.
Sin él, los dirigentes decidieron emprender la Marcha por la defensa de la democracia y contra el fraude, que además, les permitía presentar su opción electoral a los capitalinos: “Acosta/ seguro/ a Correa dale duro”, gritaban.
El asambleísta Fernando González, disidente de Alianza País, animó con un megáfono. Lo ayudaba Luis Valencia, de 29 años, oriundo de Zamora Chinchipe.
Los dirigentes cruzaban los dedos porque Acosta se incorporara lo más pronto posible. Él estaba retrasado debido a una entrevista que pregrabó con Andrés Carrión, en Canal Uno. A las 11:05, sorteando los obstáculos y a bordo de una moto, llegó al cruce entre la 18 de Septiembre y avenida 6 de Diciembre.
Con los pulgares arriba y rodeado por banderas del MPD, dio pasos grandes para sumarse a sus coidearios. Vestía una camisa blanca y un jean. Era la misma pinta que usó el 4 de agosto, cuando aún como precandidato de la Coordinadora, recorría los mercados del sur de Quito.
Sonriente se mezcló entre sus compañeros. Pero esta vez tenía otra actitud: la de un candidato en busca de adhesiones.
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En el trayecto no dejó de saludar a los quiteños, levantando el brazo derecho. Movía la cabeza a los dos lados, para no perder la oportunidad de llamar la atención y hacer contacto visual con los caminantes, con quienes esperaban en las paradas de la Ecovía y con oficinistas desde edificios.
Algunos eran recíprocos y respondían, agitando la mano. “Magnífica opción, es un hombre inteligente”, opinó Manuel Santamaría, abogado de 48 años, que pasaba por la Whimper.
Mientras avanzaba, Acosta se colocó alrededor del cuello la wipala multicolor de Pachakutik y la bandera celeste y naranja del MPD. “Somos la alegría, somos la unidad, somos la esperanza, de una nueva vida”, cantaba. Antes de la Orellana recibió el abrazo de Manuela Gallegos, otra ex fundadora de Alianza País.
“Es la marcha del cinismo”, dijo una transeúnte que no se identificó. Los más jóvenes militantes del MPD y Pachakutik formaron un cerco, impidiendo el acceso a la primera fila, la de las autoridades. Sus brazos y los palos de las banderas fueron la barrera.
Acosta y otros dirigentes estuvieron prestos para detenerse y posar ante más de 20 fotógrafos.
Al llegar al CNE, los marchantes gritaron: “El pueblo denuncia, CNE renuncia”. Acosta y una comitiva ingresaron al edificio, los recibió Domingo Paredes, su titular. Tras 30 minutos, Acosta salió.
“No vamos a dejar que nos roben la democracia”, dijo y contó que le había pedido la renuncia a Paredes. El consejero abandonó la cita molesto, porque Salvador Quishpe, prefecto de Zamora Ch. le habría increpado por dejar sin efecto la inscripción del movimiento Pachakutik, exigiéndole recoger unas 12 000 firmas.
El dignatario anunció que en su provincia la movilización será progresiva. No dijo cuándo, pero anunció una huelga de hambre y toma de las plazas si no se ratificaba a Pachakutik.“La candidatura de Acosta crece. Esperamos que su aceptación se refleje en las listas de unidad que tendremos”, apuntó Lenin Hurtado.