César Rodríguez
Su experiencia. Está por cumplir 46 años. En su juventud fue parte del Partido Socialista. El jueves 28 se separó de Alianza País.
Su punto de vista. Mis compañeros revolucionarios me dijeron que no debía decir que la muerte cruzada no era chantaje.
Sobre las 10:00 de ayer, Carmita, una de las asistentes de César Rodríguez, se percata de que el póster del presidente Rafael Correa aún está colgado en la antesala. De inmediato lo retira, también un adhesivo con ese rostro.
El ex coordinador de Alianza País y su equipo no quieren hablar del Presidente, para no personalizar -repite-. Aunque en casa tiene a otro Rafael, su hijo mayor (16 años). Fue Vicepresidente del Consejo Estudiantil del Colegio Alemán. Su hija Claudia (9) “es enemiga de la política, la odia”. En su oficina, en el séptimo piso del edificio legislativo de la calle San Gregorio, en el centro norte de Quito, Rodríguez recibe a un canal de televisión. Al final, le comenta al entrevistador que “presionaron a Alfredo Ortiz (municipalista) con su empresa turística en Galápagos”…
Según Ortiz, eso no tuvo que ver en la decisión de enviar a su suplente para que votara en blanco, favoreciendo la reelección de Fernando Cordero. ¿Sabía que supuestamente lo hizo por creer que usted debía ser el candidato a la Presidencia de la oposición y no Betty Amores?
Son lecturas de Alfredo.
Ortiz integró ADE, que apoyó a A. País, al inicio del primer período legislativo. ¿Cómo acostumbraban ustedes reunir mayorías?
La bancada era capaz de sentar a la mesa a diferentes actores sobre contenidos y no sobre prebendas. Que justifique Fernando Cordero cómo es presidente de la Asamblea ahora con el voto de alguien de Sociedad Patriótica (voto en blanco de Fernando Vélez. Aunque por más de un año, Alianza País cuenta con el apoyo de Guillermina Cruz y Geoconda Saltos, expulsadas del PSP).
En la mesa de Fiscalización, Ud. reaccionaba a las provocaciones de Galo Lara (PSP). ¿Cómo se siente estar tan cerca de él ahora? Lara fue uno de los nexos entre usted y la oposición.
He estado cerca de todos los sectores, hablé de un acuerdo nacional. En el Pleno así como me opuse al enjuiciamiento penal del Presidente de la República me opuse a que le quitaran la inmunidad a Lara y a Jorge Escala.
¿Qué tan cerca está de Dalo Bucaram (PRE), otro miembro de Fiscalización?
Hay identidad de ideales, en algunos temas. No soy hombre de prejuicios, no estigmatizo.
Hoy dice que la fiscalización es el ejercicio democrático del contrapoder. Betty Amores asegura que usted “se jugó el pellejo por el Presidente y que fue el tramitador oficial de los archivos en la Mesa de Fiscalización”. ¿Qué opina de eso?
Hay que preguntarle a Betty con cuántos votos ella favoreció a ese proceso. No debe hablar así.
Si usted tiene denuncias de corrupción en el Ministerio de Salud, ¿por qué evitó que el ministro David Chiriboga llegara al Pleno?
Porque no pude tener pruebas.
¿Era un juicio político?
Soy coherente, no tuve pruebas. Al Secretario de Transparencia le di información para capturar a tramitadores de coimas en contratos públicos. Quería esa prueba para plantear que ese Ministro deje el Gobierno.
En los pasillos de la Asamblea se decía que usted evitó que el juicio al ministro José Serrano llegara al Pleno, pese a que él lo quería…
Ningún ministro quiere llegar al Pleno. Tuve problemas, él pensaba que yo quería llevarlo allá.
En abril del 2010, cuatro ex compañeros pedían con vehemencia el juicio al Fiscal. Usted respondía que los juicios políticos eran un ‘show mediático’. ¿Aún cree eso?
Ese juicio nació de un pedido de renuncia al Fiscal planteado por Cynthia Viteri (Madera de Guerrero) y Romo, sin un acuerdo de mi bancada. Marcó mi posición y no me arrepiento.
¿Les da la razón a los asambleístas que decían “diferencias no son disidencias”?
No son traiciones. La riqueza de País ha sido la capacidad de procesar visiones y lecturas superheterogéneas, que en el proceso se logran atemperar. Eso empezó a perderse cuando dije que la muerte cruzada no debía ser instrumento de chantaje político. Mis compañeros revolucionarios me dicen que no debo decir eso.
Su salida y la de Fernando González, Amores, Romo, César Gracia, Washington Cruz ¿muestran que no se procesan los disensos desde mucho antes?
Es torpeza, soberbia de poder.
¿De Rafael Correa?
La soberbia de poder de ministros que ni siquiera reciben a los asambleístas.
¿Qué tan cerca estaba de Correa, lo telefoneaba?
Había comunicación directa (dice tener su número en el celular y que le contestaba). No lo usé porque era algo más personal.
¿Es cierto que no lo recibió el martes pasado, en una cita concertada por la Ministra de Coordinación Política?
El 15 de julio le dije al bloque, al Secretario del Presidente y al Director del movimiento mi opinión. Y para esa cita tenían mi agenda. La reunión no se dio y Eduardo Paredes (de la directiva) dijo en una entrevista que era un pequeño problemita de disciplina. Lo asumí como una respuesta.
¿Cómo evitó el Gobierno que tres o más de sus compañeros salieran de Alianza País, para unirse a usted?
No tengo la más mínima idea.
Los líderes de la oposición ratificaron que usted pidió la Presidencia, diciendo que tenía tres o más votos extras.
Me plantearon la Presidencia, para mí lo importante era la agenda. No seré candidato.
¿Desmiente a sus compañeros de bloque, que cuentan que el viernes los llamó, preguntándoles qué comisión querían presidir…?
No los desmiento, hablé con amigos, estaba en el proceso de integración de mesas. Los valoro y sé que tenían inquietudes de pertenencia porque tienen acciones articuladas. Por eso les consulté.