Crece tensión política en Venezuela ante silencio del CNE

Un grupo de personas protestan frente a miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana en las inmediaciones del sector Petare. Foto: EFE

Un grupo de personas protestan frente a miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana en las inmediaciones del sector Petare. Foto: EFE

Un grupo de personas protestan frente a miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana, el 8 de junio. Foto: EFE

Opositores venezolanos intentarán una vez más este jueves, 9 de junio, marchar hacia la sede del poder electoral para exigirle la fecha de ratificación de las firmas que activarán el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. La tensión política crece en momentos de fuerte crispación social.

Casi 40 días después de que presentó al Consejo Nacional Electoral (CNE) 1,8 millones de firmas para abrir el proceso, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aún no completa el primer paso del engorroso proceso de referendo, que busca con urgencia para este mismo año.

Dirigentes opositores esperaban que el CNE publicara el miércoles, 8 de junio,la hoja de ruta del referendo, luego de que les anunció el martes que, de las 1,8 millones de firmas, son válidas 1,3 millones, seis veces más que las 200 000 requeridas por norma (1% del padrón electoral) para activar la consulta.

Ante el silencio electoral, la oposición anunció que este 9 de junio sus diputados -que son mayoría en el Parlamento- acudirán temprano a las oficinas del órgano electoral para reclamar la fecha de ratificación de las firmas, un proceso que se debe hacer en cinco días con máquinas de registro de la huella dactilar.

Paralelamente, una marcha de estudiantes y otros sectores opositores partirá hacia las 10:00 locales (14:00 GMT) desde Plaza Venezuela hasta el CNE, la cuarta vez que intentarán llegar a la sede del organismo, pues las anteriores manifestaciones fueron bloqueadas y disueltas con gases lacrimógenos por efectivos de seguridad.

“Las señoras (rectoras) del CNE están retando a todo un país que quiere paz (...) Temerario que crean que están por encima del derecho de la gente”, advirtió en Twitter el excandidato presidencial Henrique Capriles, quien ha encabezado las marchas.

El presidente Maduro sostiene que a la oposición no le interesa el referendo, sino generar violencia para provocar una intervención extranjera.

“La válvula de escape” 

Acusándolo de servir al gobierno, la MUD sostiene que el CNE demora todo para evitar que el referendo se haga antes de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato presidencial-, pues si se hace este año y Maduro pierde se llamará a elecciones. Si se efectúa el año próximo, sería sustituido por el vicepresidente nombrado por el gobernante.

Según las encuestas, de seis a siete de cada diez venezolanos está a favor de un cambio de gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, la oposición necesita más de 7,5 millones de votos, con los que fue elegido en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez.

“Esto es un país polarizado, no puede darse el lujo de un árbitro que no termina de decidir las cosas, que no está siendo claro pese al clima político. La gente no entiende la demora”, opinó Ignacio Avalos, director de la ONG Observatorio Electoral Venezolano (OEV).

Mientras, la efervescencia social va en aumento, las protestas se han vuelto cotidianas al agravarse la escasez de alimentos y medicinas, y el alza del costo de vida. La inflación es la más alta el mundo: 180% en 2015 y el FMI pronostica 700% para el cierre de este año.

“Marcharemos hasta que llegue el cambio que finalmente nos sacará de esta crisis que afecta a nuestras universidades como al resto del país”, dijo el presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Hasler Iglesias.

Para la oposición, el referendo “es una válvula de escape” que tienen los venezolanos.

 “¿Cacería de brujas?” 

La MUD exige que el CNE fije la fecha de confirmación de firmas, que podría ser del 16 al 20 de junio según una versión extraoficial, para pasar a la segunda etapa: la recolección de otras cuatro millones de rúbricas (20% del registro electoral) para convocar el referendo.

El abogado constitucionalista José Ignacio Hernández opinó que el órgano electoral violó sus propias normas, que establecían cinco días para el proceso de revisión de firmas, pero ha pasado más de un mes desde que le fueron presentadas.

“No hay forma de justificar el silencio administrativo del CNE en dar respuesta a un trámite que el propio CNE inventó”, aseguró Eugenio Martínez, experto en temas electorales.

El vocero de la MUD, Jesús Torrealba, advirtió que el CNE pretende usar un mecanismo en su página web “de exclusión de firmas” en la fase de ratificación, para que quienes deseen puedan consignar su arrepentimiento.

“Eso, por supuesto, es un pretexto para abrir una cacería de brujas inmensa en los ministerios y en las oficinas de la administración pública”, aseguró.

El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, ha advertido varias veces que los funcionarios que firmaron para pedir el referendo deben de ser despedidos.

En medio de la polarización, el gobierno y la oposición empezaron acercamientos bajo la mediación de una comisión de expresidentes, a instancias de la Unasur, de sentarlos a la mesa de conversaciones cara a cara, hasta ahora sin éxito.

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