Paramédicos auxiliaron a los adolescentes heridos tras la agresión del sábado último. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Unos bailaban en el terreno descampado de la vivienda. Otros solo conversaban y movían sus cabezas, al ritmo de la música.
Eran las 16:00 del sábado (21 de junio de 2014) y a los vecinos del barrio no les llamó la atención la reunión de un grupo de 50 jóvenes. Dos horas después, el panorama cambió.
Otros 20 muchachos llegaron en dos camionetas doble cabina y atacaron “indiscriminadamente a hombres y mujeres”, cuyas edades rondan entre 17 y 25 años. Fue una irrupción violenta y sorpresiva, relató a este Diario uno de los asistentes a la fiesta, que se desarrolló en una casa en la parroquia de Nayón, conocida como el jardín de Quito.
Según narraron otros testigos, los agresores cercaron con los vehículos la calle García Moreno, una vía adoquinada y sin salida, por lo que algunos jóvenes, para evitar el ataque, se lanzaron a la quebrada que colinda con el inmueble.
En total, 11 jóvenes resultaron heridos. Entre ellos, dos apuñalados, que hasta ayer (22 de junio) permanecían graves en una casa de salud.
El móvil de la agresión se desconoce por ahora. Ramiro Mantilla, comandante del Distrito Metropolitano de Quito, señaló a este medio que hoy (23 de junio) darán detalles de este incidente violento. “Sí sorprende cómo ocurrieron los hechos”, comentó.
El ataque movilizó a paramédicos, bomberos y agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Nacional. Los uniformados descendieron a la quebrada para rescatar a los jóvenes. De allí sacaron a cinco muchachos con policontusiones y cortes menores.
Las versiones de los asistentes dan cuenta que los agresores llegaron con armas de fuego y cuchillos. Incluso se pudo ver a una persona con un machete, según reveló a los medios Raúl Parra, oficial del Cuerpo de Bomberos.
Tras el incidente, los paramédicos permanecieron hasta las 21:00 en la zona. El personal limpió las heridas a los jóvenes y luego los trasladó a la Unidad de Policía Comunitaria del sector. Allí esperaron hasta que los padres los llevaran a casa.
Entre enero y mayo de este año, las riñas callejeras provocaron el 27% de los homicidios (77) que se reportaron en Quito, de acuerdo al último informe del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC).
En los primeros cinco meses, 21 personas fallecieron durante una discusión en la vía pública. En el país, en el 2013, los crímenes durante riñas fueron la tercer causa de los asesinatos.
Margarita Carranco, actual secretaría de Inclusión Social del Municipio de Quito, trabajó con grupos juveniles en “pactos de no agresión”.
Aunque estima apresurado hablar de lo que ocurrió en Nayón, la funcionaria explicó que cuando se producen peleas callejeras, en las que están involucrados jóvenes, estas pueden suceder por disputas de territorios o por otras causas que terminaron afectando a uno u otro grupo.
En la noche del sábado, horas después de la irrupción violenta, los muchachos agredidos, ya más calmados, contaron los detalles del ataque, pero desconocían los motivos. La Policía no reportó detenidos por estos hechos hasta la tarde de ayer.