Santiago. Agencias
mundo@elcomercio.com
El candidato presidencial de la derecha chilena, Sebastián Piñera, saludó anoche a sus competidores y llamó a la humildad a sus seguidores tras haberse impuesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas ayer en Chile.
Según el último cómputo oficial conocido, sobre el 98,03% de la votación, el abanderado derechista obtuvo un 44,03% de los sufragios, contra un 29,62% del oficialista Eduardo Frei; un 20,12% del independiente ex socialista Marco Enríquez Ominami y un 6,21% de Jorge Arrate, del Partido Comunista.
Estos resultados obligan a celebrar un balotaje entre Piñera y Frei el próximo 17 de enero.
Piñera habló a sus seguidores en las afueras del hotel donde montó su cuartel de campaña e hizo un elogio de Marco Enríquez Ominami señalando que “más allá de nuestras legítimas diferencias siempre he reconocido su honestidad y su espíritu de trabajo”.
Agregó que “en el Chile que soñamos hay espacio para todos y no sobra nadie” . También aludió a las exhortaciones de la candidatura Frei a “unirse contra la derecha”, al afirmar que “quieren unirse contra algo porque no tienen nada a favor de algo” .
Piñera pidió a su eventual contendor en el balotaje “una campaña limpia, de ideas, de proyectos, sin intervención (del gobierno) y sin abusos”.
Frei, por su parte dijo que “en esta noche quiero invitar a todos los que no votaron por mí, a aquellos que tuvieron dudas, a los que votaron por Arrate y a los que votaron por Enríquez-Ominami a sumarse a esta candidatura”.
Pero el que será ahora el inesperado árbitro para definir el balotaje de enero, el independiente de izquierda Marco Enríquez-Ominami, dejó anoche a sus votantes en libertad de acción y explicó que no podía endosar a ningún candidato porque “son pasado”.
“La vieja política está esperando señales que no va a recibir. Chile deberá elegir el 17 de enero entre dos proyectos que son más del ayer que del mañana, que son mucho más pasado que futuro. Ellos no son el cambio, ellos no son el futuro. Frei y Piñera se parecen demasiado”, aseveró.
La votación en las elecciones generales chilenas para escoger al sucesor de la presidenta Michelle Bachelet y a un nuevo Congreso, se cerró a las 16:00 locales (19:00 GMT, 14:00 Quito) . Unos 8,3 millones de chilenos acudieron a votar en una jornada marcada por la tranquilidad, alta convocatoria y el calor en la capital chilena, donde está la mayoría de electores.
Los cuatro candidatos presidenciales, el favorito de derecha Sebastián Piñera, el oficialista Eduardo Frei, el independiente de izquierda Marco Enríquez y el representante del Partido Comunista, votaron temprano y sin mayores inconvenientes.
El empresario Piñera votó casi en simultáneo a la mandataria socialista Michelle Bachelet, que pronosticó la realización de una segunda vuelta.
En las elecciones de ayer se eligió también a la totalidad de miembros de la Cámara de Diputados, integrada por 120 congresistas, y a 20 de los 38 senadores.
La Concertación, alianza de centroizquierda que gobierna Chile desde 1990, obtuvo el peor resultado en los comicios presidenciales y parlamentarios en su historia, mientras que las mujeres lograron cuatro escaños más en el Senado chileno.
De su parte, Rodrigo García Pinochet, nieto del dictador Augusto Pinochet, no logró como candidato independiente a diputado un cupo en el Parlamento, con 10% de los votos, siendo derrotado ampliamente por los candidatos de derecha.
García Pinochet intentó ingresar a la lista de la derecha que apoyó el régimen de su abuelo pero fue excluido.