Roma. DPA
El alemán Paul Biedermann generó ayer uno de los grandes impactos de los últimos tiempos en la natación, al conquistar con récord mundial los 200 metros libre en los mundiales de Roma y destronar así al favorito estadounidense Michael Phelps.
Biedermann, de 22 años, necesitó 1:42,00 para cubrir la distancia y sumar su segundo oro en Roma tras el ganado en los 400 libre. Phelps, ganador de 14 medallas olímpicas, fue segundo con 1:43,22. El bronce fue para el ruso Danila Isotov, con 1:43,90.
Quinto en los Juegos Olímpicos de Pekín, Biedermann es el primer campeón mundial alemán en los 200 metros desde Michael Gross, quien ganó la prueba en 1982 y 1986. Es, además, uno de los únicos campeones mundiales de los 200 y 400 libre. El otro es el ya retirado australiano Ian Thorpe, que logró la hazaña en las ediciones de 2001 y 2003.
Biedermann festejó con llamativa contención su triunfo, apenas apretó un puño. En las tribunas, en cambio, sus abuelos lloraban por la emoción. Phelps, en tanto, estaba tan perplejo que no felicitó a su vencedor, ubicado en la calle de al lado, y se fue en silencio para preparar su semifinal de los 200 metros mariposa. Recién en el podio el estadounidense felicitó, pero con frialdad, al alemán.
Los datos personales de Biedermann son llamativos, como el lugar en el cual se entrena, una piscina ubicada en un edificio que data de la extinta República Democrática Alemana. Además, es fanático del heavy metal y, para el Mundial de Roma, se gastó sus ahorros para hacer a sus padres, sus cuatro abuelos y su novia un regalo adelantado de Navidad: un tour por la capital italiana.
En lo deportivo, en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 Biedermann anunció su potencial con un quinto puesto y en los 200 metros estilo libre superó el viejo récord nacional de la leyenda de la natación, Michael Gross.
Biedermann es un crítico manifiesto de los bañadores de tecnología ‘high-tech’, prohibidos a partir del año próximo, y prefiere un simple bañador. Poco antes de los Mundiales dejó de usar su modelo de antaño y se puso bajo protesta el traje de poliuretano para no perder competitividad. El premio no se hizo esperar: récord mundial y título mundial.
Por su lado, el revés sufrido por Phelps supone su primera derrota en una gran cita mundial desde hace cuatro años. Phelps se había impuesto en las últimas 10 pruebas individuales en las que había participado: cinco títulos mundiales y cinco olímpicos,