La Fiesta de Quito se traslada a los barrios. La idea es tener una programación diversa, que no solo incluya los mega-eventos, sino aquellos en los cuales los dirigentes barriales junto a los gestores culturales de las administraciones zonales programen actividades para celebrar los 481 años de fundación española de la ciudad.
Para tal efecto, el Municipio entrega 72 orquestas y 120 discomóviles para armar las Serenatas quiteñas o fandangos en igual número de sectores del Distrito Metropolitano, el cual tiene alrededor de 3 500 barrios.
En cada una de las nueve administraciones zonales habrá entre seis u ocho eventos con orquesta y otros tantos con discomóvil. El formato será el mismo en todas; es decir, números de humor, danza, teatro, música y baile general. Serán entre el 3, 4, 5 o 6 de diciembre; y para frenar posibles excesos se ha unificado un horario: desde las 18:00 hasta las 24:00.
¿Cómo fue la repartición de las orquestas y discomóviles? Para la Administración Zonal Centro se entregaron seis orquestas, las cuales estarán en La Tola, El Panecillo, Cuscungo, San Juan, La Colmena y avenida América (El Americanazo). Más 12 discomóviles que se ubicarán en otros sectores de los 142 barrios que tiene esta zona.
Iván Cando, del Cabildo de La Tola, le parece bien el reparto, además que “al fin nos dieron orquesta, siempre bailábamos con discomóvil y el disfrute no era pleno”. La farra en este sitio, concretamente en la plaza de San Blas, será el 5 de diciembre.
En cambio, en la Administración Zonal Los Chillos se organizarán seis serenatas quiteñas en Amaguaña, La Merced, Alangasí, Píntag, Conocoto y Guangopolo. En estos sitios habrá números de humor, danza, música (con solista y trío), elección de reina bonita, juegos tradicionales y baile general.
La novedad en estos lugares será que los artistas locales de Amaguaña, por ejemplo, tocarán en La Merced y viceversa. La idea es que, según Nataly Gallardo, jede de cultura de la zona, los artistas locales muestren su talento en otras poblaciones.
En la Administración Zonal Eloy Alfaro, con algo más de 350 barrios registrados, habrá ocho serenatas: Michelena, Ferroviaria Media, Lucha de los Pobres, Cinco Esquinas, Santa Rita, Solanda, La Comuna y La Unión. Y se dispondrá de 17 discomóviles.
En la Administración La Delicia, con alrededor de 350 barrios, las serenatas serán ocho: Carcelén Bajo, Cotocollao, El Condado, Santa María, La Roldós, Colinas del Norte, San Antonio y Pacto. Y tendrán 27 discomóviles. El denominado Machalazo no se pudo concretar este año, menciona el jefe de cultural de la zona, Raúl Fuentes.
En la Administración Quitumbe, con aproximadamente 480 barrios, habrá 8 serenatas: El Tránsito, Escalón Dos, Padre Inocencio Jácome, El Beaterio, Marta Bucaram, Nuevos Horizontes, Ciudad Futura y Guamaní Alto. Y 72 discomóviles.
Mientras que en la Administración Calderón, con algo más de 340 barrios, habrá 11 serenas: San José de Morán, Zavala, Mariana de Jesús, Llano Chico, San Juan de Calderón, Carapungo, Bellavista, Llano Grande, Coyacoto; y las comunas Capilla, San Miguel. Y 15 discomóviles.
En cambio en la Administración Eugenio Espejo se tiene planeado 12 serenatas: Parque Inglés, Parque Italia, La Damer, Atucucho, El Inca, Zámbiza, Cotocollao, Bellavista, Comuna San Millán, Belisario Quevedo, La Floresta, Comité del Pueblo. Y 24 discomóviles.
Las que menor número de orquestas y discomóviles tendrán serán: la Administración Zonal Tumbaco con 6 serenatas, en Cumbayá, Tumbaco, Yaruquí, Puembo, Checha y El Quinche; y dos discomóvil, en Tumbaco y Pifo. Y en la Administración La Mariscal habrá una serenata en la Plaza Borja Yerovi y un discomóvil en la plaza Gabriela Mistral.
Y qué pasa con el resto de zonas donde no llegarán estos aportes artísticos y culturales del Municipio. Los moradores no se hacen problema y se organizan entre ellos. En La Loma, por ejemplo, se hizo aquello, pero según Marco Rubio, su representante, solo harán la serenata, la gincana y el cuarenta.
El resto, como carrera de coches de coches de madera y el desfile, que tenían programado hacer se frenó porque “con esto de los permisos se truncó todo”, acota Rubio. De entrada, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) les negó el cierre de vías. Y el trámite de la Intendencia lo dejaron al empezar “porque es una verdadera tesis, pues se pide cédula, contratos de artistas, tipo de sonido, permiso de los bomberos”. No llegaron a la instancia del Municipio.
Frenar las iniciativas barriales no está bien, según Juan Paz y Miño, historiador. Sostiene que los barrios del Centro son los mejores organizados y tiene un sentido más profundo de vecindad, y las Fiestas de Quito sirven para una mayor identidad y amistad de la gente del barrio.
A la pregunta de ¿por qué decayó el furor de las fiestas? Paz y Miño señala como uno de los detonantes al exceso de licor que se consumía en las calles, aquello llegó a degenerar la conmemoración de estas fiestas y generaban problema, incluso en las fiestas de las grandes avenidas (Chavezaso, Americanazo, Amazonazo, Machalazo).
El crecimiento de la ciudad también confabuló con la celebración de las fiestas al interior de los barrios. O hizo más difícil que se conmemore como se hacía antes, menciona Paz y Miño.
Un tercer factor: el tema de la violencia, y por eso la gente dejo de salir de sus hogares. Los últimos 10 años bajo la participación y ahora se quiere retomar y otorgar a la ciudadanía unas fiestas seguras, señala Adriana Ortiz, de la Dirección de Memoria y Patrimonio de Cultura del Municipio de Quito.
Además, agrega que “en estos espacios de convivencia se permiten, por lo menos, saber quiénes viven en el barrio y poder organizarse”.