Más accidentes en el 2014

Por segunda vez se intenta frenar el exceso de velocidad en las calles de Quito.

Se lo hace casi dos años después de que se iniciara el primer control en julio del 2012. En ese entonces, la tarea fue a escala nacional, luego de que a fines de junio se aprobó el reglamento de la reformada Ley de Tránsito.

Toda medida que se aplique para reducir los accidentes de tránsito es buena, pero pudiera ser mucho más efectiva si fuera permanente, como parte de un proceso o campaña de largo aliento -incluida la educación vial- para bajar los índices de accidentalidad.

Es decir, que se articule un plan nacional, en el que no solo se contemple el exceso de velocidad, sino también a las otras causas de accidentes: la imprudencia y la impericia, el irrespeto a las señales de tránsito, la embriaguez y la imprudencia del peatón.

Según los últimos datos publicados por la Agencia Nacional de Tránsito, hasta abril del 2014, la imprudencia e impericia ocasionaron el 52% de accidentes de tránsito en el país. Esto significa que son la primera y principal causa de percances viales.

Y muy lejos, con el 8%, se encuentra el exceso de velocidad, como segunda causa.

Las estadísticas evidencian que el número de accidentes, así como la cantidad de fallecidos, ha aumentado en el 2014 en el país. En los primeros cuatro meses del año se produjeron 12 425 casos, frente a los 8 295 del mismo período del año pasado.

Esa tendencia también se tiene en las víctimas: hasta abril hubo 872 fallecidos, una cifra mayor a la del 2013, que fueron 756 personas muertas. Marzo fue el mes que tuvo más víctimas.
Estos datos son preocupantes y hasta ahora nadie ha presentado un programa para bajar la accidentalidad.

Por eso, no es suficiente solamente controlar el exceso de velocidad y hacerlo sin tener una estrategia contundente. Igualmente, es importante que se apliquen las sanciones a los infractores -sean multas o cárcel, las cuales son muy drásticas-. Solo así se sentarán precedentes.

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