Dos obras olvidadas en el campo de gas natural Amistad, en El Oro

Las edificaciones están en la base logística que funciona en puerto Bolívar, en El Oro. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Las edificaciones están en la base logística que funciona en puerto Bolívar, en El Oro. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Las edificaciones están en la base logística que funciona en puerto Bolívar, en El Oro. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Dos grandes infraestructuras grises se divisan desde lejos en la zona costera de Puerto Bolívar, en El Oro. Estos edificios son parte de la base logística del campo de gas Amistad y están subutilizados desde ­hace cuatro años.

Estas construcciones, de cinco y dos plantas y que fueron hechas con el propósito de adecuar oficinas y habitaciones para el personal, se encuentran en obra gris. No tienen puertas, ventanas ni acabados.

Durante una visita que hizo este Diario a dichas instalaciones, a fines de marzo, se constató que estos inmuebles se utilizan como bodegas. Ahí se guardan colchones usados, camas, archivadores, sillas y algunos sobrantes de material de construcción. En el sitio no se realiza ningún trabajo para terminar estas obras.

Álex Galárraga, gerente general de la empresa pública Petroamazonas, explicó que estas instalaciones no son una “prioridad”, porque la producción de gas natural en el campo Amistad no aumentó de manera considerable, como se anunció en el 2012. En ese entonces, las autoridades señalaban que esta área tenía reservas por 1,7 trillones de pies cúbicos, cuando realmente se contaba con la cuarta parte: 0,4 trillones.

Además, Galárraga mencionó que no se ha hecho ninguna intervención para concluir estas obras, porque son parte de un litigio legal debido a los perjuicios generados. Los procesos están en trámite en la función judicial, desde el 2016.

Las empresas implicadas en estas controversias son Conbaquerizo Cía. Ltda. y Tansel S.A. Ambas suscribieron contratos con Petroecuador, entonces a cargo del campo Amistad, el 14 de diciembre del 2011 y el 28 de diciembre del 2012, respectivamente.

El objetivo era ampliar las instalaciones de alojamiento, técnicas y administrativas de la base logística de Puerto Bolívar, según detallan los contratos 2011381 y 2012308, a los que accedió este Diario.

En estos documentos se acordó un plazo, a partir del pago del anticipo, de ocho me­ses máximo para edificar las ofi­cinas y de 160 días para construir los dormitorios.

Para llevar a cabo estos trabajos, Conbaquerizo recibió el 2 de enero del 2013 un anticipo de USD 947 893,93, equivalente al 60% del valor total. Y 23 días después, la petrolera estatal entregó a Tansel USD 244 008,70, que representa el 30% del precio de la obra.

Los trabajadores empezaron a construir las edificaciones en ese mismo año. Estas infraestructuras se levantaron en cada uno de los costados de las instalaciones de una planta que tiene esta base logística.

Después, ambas construcciones presentaron retrasos en su ejecución. Esto motivó a Petroamazonas a terminar de manera unilateral los contratos en el 2014 y en el 2016.

En el caso de Conbaquerizo, la petrolera estatal tomó esta medida el 18 de noviembre del 2016, porque la firma había acumulado multas por alrededor de USD 2,5 millones.

Este Diario buscó la versión de las dos empresas a través de correos electrónicos y llama­das a teléfonos registrados en la Superintendencia de Com­pa­ñías. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

El viernes pasado, 20 de abril, este Diario fue a una de las oficinas de la constructora Conbaquerizo, en el norte de Guayaquil, para obtener la versión de la firma, pero no se proporcionó información ni el contacto de algún vocero. La dirección de Tansel ya no corresponde a la registrada en la Superintendencia de Compañías.

Petroamazonas agregó que actualmente está en un proceso de mediación con Conbaquerizo, para lo cual se celebró una diligencia de inspección pericial en la base logística de Puerto Bolívar. Los resultados de esta gestión todavía se encuentran pendientes.

Con la constructora Tansel, que según información de la Superintendencia de Compañías se encuentra inactiva, el proceso no ha registrado mayores avances.

La petrolera estatal informó que ha solicitado, a través de entidades judiciales de Guayaquil y de Quito, proceder con las citaciones a esta firma, sin que hasta la presente fecha exista un pronunciamiento.

Para Fernando Santos, exministro de Energía, es necesario que la Contraloría audite estos proyectos, para establecer posibles responsabilidades. “Estas son obras sin sentido”.

Luis Calero, abogado petrolero, mencionó que con la intervención del órgano de control se podrá determinar, incluso, la utilidad de las obras y la legalidad de los procesos contractuales con estas firmas.

Mientras se resuelven estos casos, los 60 trabajadores que laboran en la base logística del campo Amistad, en turnos de 14 días, se alojan en 15 contenedores, conocidos como ‘campers’. En estos funcionan también el dispensario médico, el comedor y otros servicios. Frente a ellos hay un inmueble de una planta donde están las salas de reuniones y las oficinas administrativas.

Galárraga espera que más adelante se puedan terminar las dos obras inconclusas para reorganizar las instalaciones.

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