El Gobierno constantemente critica la calidad del periodismo ecuatoriano, usted es Decano de la Facultad de Comunicación más antigua de Guayaquil, ¿cómo se puede mejorar esa calidad desde la universidad?
Nosotros somos conscientes de que en muchas universidades hay errores. Hemos corregido mucho desde cuando éramos escuela hasta ser Facultad de Comunicación. Lo hemos ejecutado con la permanente revisión de pénsum académicos. Las universidades están en constante proceso de reforma. Lo hacemos desde hace varios años.
¿Qué se ha hecho?
Fundamentalmente, buscamos que el proceso de enseñanza sea de calidad y que los requerimientos del mercado ocupacional compaginen con los programas de la Facultad de Comunicación. Creemos que estas facultades necesitan tener su medio de comunicación propio.
¿Cuál sería el objetivo de tener un medio, talvez poner en práctica lo que enseñan a sus alumnos?
Prácticas, tenemos permanentemente, pero mucho más importante es que tengamos un medio con autonomía. Nosotros apuntamos hacia allá. Y estamos esperando que se cumpla la palabra del Presidente de la República que nos ofreció, públicamente, la entrega de una emisora, de las que están incautadas por la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos).
¿Las universidades tienen responsabilidad en las falencias de los periodistas?
Sí, pero como digo hemos corregido muchos errores. Estamos en una permanente revisión. Monitoreamos el ejercicio de nuestros profesionales, porque el mercado de los medios cada vez es más competitivo. Las facultades de Comunicación han dado en los últimos años profesionales competentes. Aquí ya no formamos comunicadores solamente para que sean reporteros, sino también relacionadores públicos, asesores de comunicación y también promotores sociales.
¿Optan por esas especialidades porque están decepcionados del periodismo?
No, es porque faltan oportunidades. En los diferentes medios de comunicación se debieran realizar concursos para contratar a los mejores periodistas.
¿Las facultades de Comunicación fueron tomadas en cuenta para elaborar el texto de la ley?
No del todo, pero sí en un alto porcentaje. Hemos presentado propuestas y personalmente he asistido a la Asamblea, para hacerles conocer nuestro punto de vista a la Comisión respectiva. Porque, de lo que nació como proyecto, a lo que ahora está, quedan tres puntos por definir.
Es decir, ¿hay malos periodistas en los medios?
Creo que hay que elevar el nivel profesional de los comunicadores sociales del país.
Para el Ejecutivo, la forma de mejorar la comunicación y el ejercicio del periodismo es a través de una ley, ¿es necesario una norma?
No creo que haya necesidad de leyes coercitivas para regular el ejercicio de la profesión. Ellos se autorregulan por medio del Código de Ética. Hasta ahora, no se ha determinado si el proyecto será una ley de medios o de comunicadores. Nadie ha hablado de las garantías en el ejercicio de la profesión de los comunicadores ni tampoco de la tabla salarial de los periodistas.
¿Está diciendo que la ley que se está tramitando en la Asamblea es coercitiva?
No. Creo que hay que discutir dos o tres puntos importantes, como la conformación del Consejo Nacional de Comunicación y cuáles serán sus atribuciones. El proyecto señala que existirán tres representantes de la ciudadanía. Creo que es necesario solo uno y un representante del Ejecutivo. Adicionalmente debieran estar representados los gremios periodísticos.
¿No bastaría el Código de Ética para el ejercicio profesional de los periodistas?
El Código es importante para regular, pero ahora se vuelve necesaria una ley de comunicación. Porque el Ecuador, en el ámbito de la comunicación no puede ser tierra de nadie. Hay medios que a veces no dan derecho a los ciudadanos a las respectivas aclaraciones.
Pero habría un retroceso, cuando se plantea la rendición de cuentas de los medios, en el proyecto de Ley de Participación Ciudadana, ¿está de acuerdo?
No sé si refieren a una rendición de cuentas en el ámbito económico, periodístico o administrativo. Es muy ambiguo, porque la rendición de cuentas para el periodista se la hace día a día.
La Ley de Comunicación es exigencia constitucional, ¿adónde debe apuntar?
Ojalá que tengamos una buena ley, que no excluya a nadie, que no persiga a nadie, que respete todas las libertades y que sea producto del consenso.