Redacción Cultura
‘Que la vida de los demás sea respetada. Que haya muchos juegos. Yo estudio gracias a mi mami. Todos tenemos derecho a la libre expresión. No botes basura. Generosidad. Amor. ¡Se acabó la tristeza!”.
Son algunos de los mensajes de 150 niños, hijos de los empleados de Grupo EL COMERCIO, cuyos sueños están plasmados en ocho coloridos murales, ubicados a pocos metros de la nueva prensa, ‘La Reina’.
La mañana del pasado sábado 12 de diciembre, los pequeños, de entre 6 y 12 años se expresaron a través del arte. Este ejercicio lo impulsó el programa Arteducarte, de Fundación EL COMERCIO. Según Bernarda Ycaza, actual educadora del programa, para esta jornada se desarrolló un guión educativo.
La actividad se basó en tres momentos: antes de la creación, durante y después de la pintura mural. En un inicio, 12 artistas y sus asistentes despertaron la actividad motriz y la creatividad de los niños a través del juego.
También -añade Ycaza- los pequeños conocieron sobre historia del arte y la importancia de los murales como “una composición de ideas plasmadas sobre una pared y convertidas en un todo para los ojos de quien pinta y para quienes lo observarán”.
Para María Consuelo Tohme, encargada del programa, aquel sábado fue una fiesta. Dice que los pequeños también reflexionaron sobre la importancia del trabajo de su padre o madre.
“A través de las siluetas que los niños pintaron, trajimos a sus papás a los murales. Se trabajó en sus derechos y en valores (respeto, responsabilidad, libertad de expresión, trabajo en equipo) a través del arte”.
Las siluetas estuvieron acompañadas de intenciones e ideas sobre las buenas noticias que les gustaría que existieran en el país. Entonces, los niños escribieron sus aspiraciones: “Una tormenta en Paute. Que no haya apagones. Que ya no estén contaminados los ríos. Que todos los niños tengan una buena casa. Quiero que mi papá esté más tiempo con nosotros. Que mi papi esté feliz. ¿Cómo será el futuro? Que yo estuviera en el espacio. Paz”.
Esta actividad no solo quedará en la memoria de los 150 pequeños. “Para los padres será lindo trabajar junto a los dibujos que hicieron sus hijos. Sin duda, les dará mucha alegría”, afirma María Consuelo Tohme.