Miguel Paz, padre de la niña Sheyla Estrellita, acudió a la Fiscalía para pedir que se realice otra autopsia a la menor que fue hallada sin vida dentro de un pozo en Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
A Miguel Paz no le convencieron los resultados de la autopsia que le realizaron a su hija, Sheyla Estrellita, de 4 años, quien murió por asfixia el pasado miércoles 6 de junio y fue hallada al interior de un pozo de una escuela pública ubicada en el sector de Catzuquí de Velasco, en el noroccidente de Quito.
La mañana de ayer jueves 14 de junio del 2018, él acudió a la Fiscalía para solicitar que las investgaciones se realicen de forma eficiente.
Por ello presentó un documento en el que escribió: “De ninguna manera comparto con lo que afirma el médico legista en el protocolo de autopsia que cita lo siguiente: asfixia por sofocación, bronco aspiración de contenido alimentario, obstrucción de vía área.
Solicito al doctor Jorge Nogales, disponga día y hora para rendir mi versión sobre este lamentable hecho y que el expediente se remita a la Unidad de Garantías y Personas a fin de que al fiscal que sea designado realice las investigaciones para determinar la responsabilidad”.
El hombre estaba con el rostro desencajado y por momentos tenía la mirada perdida. Él afirma que le cuesta entender lo qué pasó, pues su pequeña “era la alegría de la casa, educada. Toda la familia le quería por su inocencia”.
“Dicen que ella murió atrancada, no dentro del pozo. En la autopsia sale así. Pero, las versiones de los niños dicen que ella estaba jugando y, como el pozo no tenía tapa, solo estaba cubierto de césped, entonces cayó”, sostiene el denunciante.
Miguel Paz muestra las fotografías del pozo en donde fue hallada sin vida su hija, en el sector de Catzuquí de Velasco, noroccidente de Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
“Era como una especie de trampa para cualquier infante. Eso yo quiero que se esclarezca. Que ella murió, o sea, se cayó adentro. No es que ella estaba enferma como cuentan y se vomitó afuera, sino que ella murió en el pozo, adentro. Yo la saqué”, dijo.
El padre de la niña fallecida cuenta que él ingresó en el lugar donde hallaron a su hija. “Uno de los bomberos me dijo que no podía estar allí. Lo hice para un lado (e ingresó). Le vi a mi nena en el pozo. No es de agua como dicen, es séptico”. El papá de la víctima cree que la niña “iba saltando, jugando, se cayó allí (…) Es una negligencia porque (el pozo) no podía estar destapado”.
Su voz se entrecorta al recordar cómo halló a la menor sin vida. “Estaba boca abajo, sobre el agua sucia y flotando. Había perros muertos ahí. Era terrible. Mi hija estaba hundida adentro y quién no va a vomitar con ese olor. Era terrible. En la autopsia sale que mi nena vomita, se atranca y cae al hueco. Las cosas no son así”, menciona.