Maryland. AFP
Un vehículo robótico de una nueva clase descendió a 10 902 metros en la fosa de las Marianas, ubicada en el océano Pacífico occidental, durante una misión realizada por un equipo de ingenieros y científicos estadounidenses.
Ellos viajaron a bordo del barco científico Kilo Moana. El vehículo que efectuó esta inmersión se denomina Nereus y se convirtió en la primera nave robótica subacuática que ha alcanzado tanta profundidad. Además, es el primero en explorar la fosa de las Marianas desde 1998.
Según la revista Science, gran parte del fondo marino más profundo no ha sido explorada todavía. Ahora, los oceanógrafos poseen una herramienta única en su clase para reunir datos, imágenes y muestras de cualquier parte de los océanos.
Lo interesante es que los investigadores ya no tienen las limitaciones previas de profundidad máxima de inmersión que otros vehículos robóticos han sufrido.
Con su tecnología innovadora, el Nereus permitirá estudiar regiones oceánicas que antes resultaban inaccesibles por su profundidad y por sus peligros.
El singular diseño híbrido del Nereus lo hace idóneo para explorar las últimas fronteras oceánicas. Este vehículo no tripulado es manejado mediante control remoto por pilotos que se hallan en un barco en la superficie.
Este control se realiza a través de un cable del que cuelga el vehículo, y que acoge microfibra óptica, muy ligera, que le permite bucear a grandes profundidades y maniobrar con un excelente grado de control.
El Nereus también puede cambiar al modo de vehículo autónomo y navegar libremente.
Andy Bowen, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, es el creador principal del Nereus. Dana Yoerger, de dicho instituto, y Louis Whitcomb, de la Universidad Johns Hopkins, desarrollaron el sistema de control y navegación del vehículo y le hicieron efectuar descensos cada vez más profundos para verificar su buen funcionamiento.
El equipo de especialistas está muy complacido con el éxito que ha cosechado el Nereus al alcanzar esa cota de profundidad en el océano y suministrar imágenes y muestras de un entorno tan hostil. En la actualidad, con un robot como el Nereus es posible ahora explorar cualquier parte del océano, por honda que sea.
Las fosas abisales están virtualmente inexploradas, por lo que el Nereus será capaz de hacer nuevos descubrimientos en ellas. Por eso, este vehículo robótico marca el comienzo de una nueva era en la exploración marítima.
La fosa de las Marianas constituyen la frontera entre dos placas tectónicas, donde la placa del Pacífico es subducida bajo la pequeña placa de las Marianas.
La zona forma parte del Anillo de Fuego del Pacífico, un área donde tienen lugar muchas de las erupciones volcánicas y terremotos del planeta.