Adquirir un vehículo en Ecuador es un lujo y, pese a ello, el parque automotor crece cada año.
“Importar un auto es costoso por los aranceles y las tasas que hay que pagar al Fisco. Y no importa si es uno de lujo o uno de gama más baja. Por ejemplo, un vehículo en EE.UU. que cuesta USD 7 000, acá, fácilmente puede duplicarse el valor. Pese a ello, es buen negocio, porque la gente sigue comprando”, explica el asesor de negocios internacionales Jorge Manuel Paredes.
[[OBJECT]]Según explica Xavier Suárez Surati, presidente de la Cámara de Agentes de Aduana de Guayaquil, al ingresar un vehículo al país debe cancelar una serie de impuestos que aumentan el precio con el que llegan (ver cuadro). “Los únicos autos que, por ahora, están exentos del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto a los Consumos Especiales( ICE) son los híbridos”.
Pero ahora, las autoridades plantean un nuevo impuesto que se sumará a todo ese abanico de tarifas. Se trata del llamado “impuesto verde”, que gravará a los automóviles según tres parámetros: el precio, cilindraje y una variable de ajuste por contaminación, la cual podría subir o bajar el impuesto entre un 10 y 20%.
Con ello, el tributo de un carro Chevrolet Corsa, de 1 800 centímetros cúbicos, del 2005, con un avalúo de USD 3 697 pagará USD 9,5 en la matrícula anual.
Mientras que un vehículo Discovery Land Rover 2009, de 2 700 centímetros cúbicos, con un avalúo de USD 76 000, cancelará USD 6 368 anuales.
Para el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, el impuesto ayudará a mejorar el medioambiente. Sin embargo, Antonio Subía, de un patio de compraventa de autos, contradice esa afirmación, al señalar que “mientras la gente tenga plata, comprará el carro que quiera , sin importar el precio y menos el medioambiente. Aún no hay esa cultura en el país”.
Jorge Larco, técnico de Carrera Autos, explica que el tema de cuidado medio ambiental es distinto según el vehículo. “Podemos tener autos de mayor cilindraje con motores que cuidan mucho las emisiones. Y otros más chicos, que emanan mucho más. Todo depende de la tecnología”.
El mecánico Francisco Espinosa, del taller ABC Automotriz va más allá y afirma que en lugar de poner más impuestos se debería mejorar el control en la Corpaire, en el caso de Quito. “Pagamos un impuesto, pero es tan fácil como alquilar un catalizador para que haya menos emisiones, pasar el control y devolverlo”.
Además, según él, el problema es de la calidad de la gasolina y del tiempo de vida del automóvil. “Carros viejos, contaminan más. Los nuevos tienen catalizadores que controlan mucho. Pero estos a su vez se dañan, porque la gasolina que se vende en el país no es de buena calidad”.
En ese sentido, el asesor contable Juan Carlos Vargas, opina que la justificación del Gobierno de que es un “impuesto verde” es floja. “Primero, la gente va a seguir comprando autos porque tiene el dinero. Hay mucho circulante hoy en la economía. Segundo, la gasolina es barata. En EE.UU. o Europa, la gente no circula en autos porque es carísimo pagar el combustible. ¿Es hora de quitar los subsidios a los combustibles?”.
Un estudio de la Flacso muestra cómo los impuestos ambientales en Europa pasaron de recaudar el 7,3% del total a recaudar el 6,5% en promedio entre 1994 y el 2009. “Esta tendencia, en parte, responde a la caída de la demanda de combustibles fósiles debido al incremento en los precios internacionales”, concluye un informe de abril de este año llamado ‘Impuestos Verdes: ¿una alternativa viable para el Ecuador?’.
Pero el analista Marco Naranjo considera que el Régimen está acertando en la propuesta. “El impuesto, a pesar de ser indirecto es progresivo y es proporcional (afecta en relación al costo del auto). Entonces, vehículos de mayor cilindraje, y por ende de precio, consumen más gasolina”.
[[OBJECT]]Naranjo señala que en EE.UU. este tipo de impuestos son altos y ayudan a financiar la construcción de carreteras, autopistas. Y más pagan quienes más tienen.
Los cálculos de Marx Carrasco aseguran que el Fisco recaudará alrededor de USD 300 millones con este y otros impuestos contemplados en la reforma tributaria que irá a la Asamblea.
Críticas al impuesto ‘verde’
La Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG) rechazó ayer el denominado impuesto ‘verde’, que intenta aplicar el Régimen. Este afectaría a las industrias de plástico, automotriz y procesadoras de tabaco.
Francisco Alarcón, presidente de la CIG, dijo que esta medida atenta contra los planes de inversión y cuestionó la falta de detalles del proyecto. “Si quieren reducir la contaminación ambiental, que quiten el subsidio al combustible”, indicó.
¿Será que poner más impuestos a los que supuestamente tienen más dinero sí vende políticamente y revisar un subsidio no?, se cuestionó.
Según Caterina Costa, de la Asociación de la Industria de Plásticos (Aseplas), resulta menos amigable con el ambiente recurrir a canastas de yute o cabuya para reemplazar las fundas de plástico. “Requieren ser lavados y el agua no es renovable”.
La propuesta oficial grava 2 centavos por botella y 10 centavos por funda de plástico, para incentivar el material biodegradable. Red. Guayaquil
Tributos a fundas y botellas
Margarita Salguero, vendedora del Mercado Mayorista y Negocios Andinos, dijo que el impuesto a las fundas plásticas es una buena propuesta para ayudar al medioambiente. “Aunque los clientes se molesten al inicio, luego aprenderán a traer bolsos de tela donde guardar las compras que realicen aquí”. El director del Servicio de Rentas Internas, Carlos Marx Carrasco, señaló que dentro de la Reforma Tributaria se aplicará USD 0,02 de impuesto a las fundas plásticas y USD 0,10 a las botellas, con el fin de reducir su uso.
Mientras que Laura Ramos, vendedora del Mercado Mayorista, dijo que tendrá que asumir el mayor costo de las fundas, ya que sus clientes no le van a dar los USD 0,10 que plantean las autoridades.
Lourdes Bastidas, compradora del Supermercado Santa María, mencionó que esta medida afectará directamente al cliente, pues ahora debe pagar hasta por la funda en que lleva las cosas. “No debiera ser así”.
Puntos de vista
Carlos Licto / Tributarista
Si sube el impuesto en la matrícula da lo mismo
Al incluir el factor costo en el impuesto a los autos se grava la capacidad contributiva de las personas, no se evita la contaminación. Si se buscan mayores ingresos lo que se debe hacer es incrementar el impuesto anual, ya existente, en la matrícula. Ese toma en cuenta los factores planteados por el Gobierno y se evita poner otros impuestos a la lista de los ya existentes.
Ivon Yánez/ Acción Ecológica
Falta coherencia en las medidas ambientales
Los impuestos a las fundas y botellas plásticas ayudan a desincentivar el consumo de estos productos, pero deben venir de la mano de políticas de educación ambiental, para solucionar los problemas ambientales. No se puede ser contradictorio al desincentivar por un lado el uso de estos productos y al mismo tiempo promover el uso de combustibles fósiles.
Felipe Coello /Abogado tributario
El impuesto ‘verde’ es un impuesto al patrimonio
El denominado impuesto verde no tiene nada de verde. Es un impuesto al patrimonio. Quienes tienen vehículos de determinado avalúo y cilindraje están obligados a pagar el impuesto. Es un impuesto patrimonial como el que ocurrió con Sixto Durán Ballén en 1995, cuando aplicó el “impuesto a la guerra”. Ahí debimos pagar un 2% sobre el avalúo de los vehículos.
Jaime López / Asociación de peatones
La medida sí ayuda a bajar la contaminación
Estoy de acuerdo con la implementación de estos impuestos, pero vale la pena establecer una reglamentación para controlar el uso inadecuado del automotor. Hay familias que tienen cuatro o cinco automotores y todos salen a las calles contaminando el ambiente. Debemos contar con normativas que regulen el uso adecuado de los vehículos solo en emergencias y no para cualquier actividad.