En los 14 000 metros cuadrados que tiene la nueva terminal de carga del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, en Guayaquil, comenzó a multiplicarse la llegada de mercaderías importadas.
Solo en el 2010 se movilizaron 14 millones de kilos, es decir un 17% más respecto del 2009. Además, la carga de los courier ascendió a 2 millones de kilos.Para este año se espera que el movimiento de carga aumente otro 10%, ya que las cinco almaceneras y los 32 courier tienen más espacio y operan en una misma zona, para facilitar los controles y los trámites automáticos.
La terminal empezó a operar en octubre del 2010 y desde enero pasado arrancó con la operación de su propia almacenera.
Los productos que más llegan por esta terminal son los celulares con sus accesorios, fármacos, repuestos de vehículos, ropa, bisutería, animales vivos, aditivos, saborizantes, entre otros.
Con una inversión total de USD 5 millones, la firma Terminal de Carga Ecuador (TCE) construyó cinco áreas estratégicas.
Una está dedicada a recibir y distribuir la mercadería importada. También se la denomina Zona Primaria, que es vigilada y controlada por el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae). Ahí se instalaron dos equipos de rayos X para verificar el contenido de los bultos. También hay balanzas para pesar la carga y 12 mesas donde se afora físicamente la mercadería.
Desde este centro de operación se distribuye la mercancía a los almacenes temporales y empresas de correo designados.
Luego se encuentra la zona especial de los courier, donde se realizan los trámites de desaduanización. Ahí funciona una decena de empresas lideradas por DHL, TNT, UPS, Fedex, etc. También operan los couriers especializados en encomiendas de inmigrantes. El líder de este negocio es Delgado Travel.
Una tercera área es la de almacén temporal, administrada por la TCE. Desde enero pasado compite con las firmas Emsa, Adprisa, Intercarga y Cargoservi. El negocio principal de la TCE es cobrar una tarifa por cada kilo que se mueve en la terminal.
Jorge Rosillo, gerente de TCE, cuenta que los servicios que ofrece la empresa ayudarán a mejorar la movilidad y seguridad de la carga. “Los clientes son los que decidirán el lugar en que se quedará su carga importada. Competimos con la misma tarifa pero ofrecemos instalaciones más seguras y restricciones para el acceso”.
Hasta el momento, TCE ya tiene el 30% del mercado y, según Rosillo, se concentra en clientes corporativos que demandan tecnología y seguridad en la carga.
La nueva instalación de carga tendrá una cuarta área donde se desarrollarán los futuros proyectos de la Senae con sus regímenes de importación. Y el quinto pilar es el lugar de entrega de carga.
Xavier Cárdenas, subdirector de operaciones de la Senae, menciona que esta zona será clave para ordenar y controlar la desaduanización de la mercadería. “Con estas instalaciones optimizamos recursos, ya que solo existirá un punto de salida de la carga. Con eso se evitará la evasión”.
Según Cárdenas, la desaduanización se realiza en menos de cinco horas. “Antes había varios puntos de control pero ahora todo se concentrará en una sola terminal. Eso facilitará los despachos”.
Katia Ramírez, gerenta de Comercio Exterior de General Motors, asegura que los embarques aéreos son ágiles porque se realizan vía electrónica y también se aplica el aforo automático. La empresa realiza importaciones de repuestos por esta vía, ya que son de menor peso y tamaño.