José Palacios hizo realidad su sueño de tener una casa propia en el 2010. El hombre de 37 años compró una vivienda de USD 30 000 en Calderón, en el norte de Quito.
Antes no podía comprar una casa porque las viviendas costaban sobre los USD 50 000 y los bancos no lo consideraban como sujeto de crédito. Palacios tiene una pequeña panadería.
El año pasado encontró una casa de tres dormitorios, acorde a su bolsillo. “Ahora se puede escoger en gustos y precios”.
Su nueva casa fue adquirida con un préstamo en una cooperativa, que no pedía garantías como otras entidades financieras.
Al igual que Palacios cerca de 85 000 personas compraron una casa propia en el 2010 en el país, según la Cámara de la Construcción de Pichincha.
El sector de la vivienda presentó una recuperación el año pasado en comparación al 2009, que fue un año marcado por la crisis internacional. Un estudio de la Cámara señala que en Quito la venta de unidades de vivienda creció un 20% respecto al año previo, en Guayaquil fue un 14% .
Para Hermel Flores, presidente de la organización, estos datos podrían proyectarse a escala nacional debido a que las cifras, de las dos ciudades más grandes del país, son las que influyen en los resultados a escala nacional.
La recuperación, del sector de la construcción, es atribuida principalmente al crédito que ha fluido desde el IESS y del sistema financiero, principalmente bancos .
El año pasado aumentó la entrega de créditos hipotecarios por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que a partir del 18 octubre pasado entregó su cartera al flamante Banco del IESS (Biess). En total esta entidad entregó el 36 % de los créditos del 2010, según la Cámara de Construcción.
El Banco del Afiliado también promocionó el cambio de hipotecas para los afiliados que tenían créditos en el sistema financiero privado. Se registraron 139 traspasos y están en trámite 777.
Además, en enero pasado también se empezó a otorgar créditos con el plan Mi Primera Vivienda del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) y el Banco del Pacífico, los cuales ofrecen un bono de USD 5000.
Flores afirma que el Estado y el Biess representaron el 63% del total de créditos en el sector de la vivienda. El resto fue de las instituciones financieras privadas: bancos, cooperativas y mutualistas.
No obstante, aún existe un gran déficit de vivienda en el país. Cifras del sector señalan que hacen falta más de 900 000 nuevas viviendas, especialmente para la clase media. Este sector ha sido desatendido por varios años.
Hasta hace dos años solo se ofertaba casas y departamentos de lujo que no se podía adquirir ni con préstamos.
Palacios cuenta que el precio le impidió acceder una vivienda en años pasados. Y que la mayoría de ciudadanos en el país están en una situación similar.
Pero, los constructores aseguran que este panorama cambió el año pasado, pues el 70% de la oferta de vivienda es para el sector popular. Las grandes compañías han construido casas y departamentos cuyos precios oscilan entre USD 25 000 y 35 000.
Según el Biess, el monto promedio para adquirir una vivienda en el 2010 fue de USD 40 000.
Aunque las cifras muestran una recuperación del sector el año pasado, Eduardo Mullo, gerente general de la empresa Aceroscenter, dijo que solo logró recuperarse de la crisis del 2009. “Hace dos años tuvimos pérdidas. En el 2010 crecimos el 13% y solo logramos volver a lo que éramos en el 2008”.
Según Alberto Andino, presidente del Colegio de Arquitectos de Pichincha, el sector de la construcción en el 2010 se consolidó. No obstante, los proyectos inmobiliarios son a largo plazo y requieren que el acceso a los préstamos para adquirir viviendas continúe, al igual que los créditos para los constructores. “Si los hipotecarios desaparecen como pasó hace años también la industria”.
Además, señala que se debería cambiar los trámites municipales, los cuales pueden llegar a demorar hasta un año.