Rafael Farías, gerente de la aerolínea estatal Tame, defiende el proceso de reestructuración. Asegura que la meta es contar con el mejor personal.
HOJA DE VIDA
Su experiencia. A finales del 2011 Rafael Farías asumió la Gerencia de Tame. Trabajó en la extinta Ecuatoriana.
Su punto de vista. La aerolínea está en un proceso de reestructuración y, por eso, debió prescindir de 206 trabajadores. No descarta más salidas de los empleados.
¿Como escogió Tame a las personas que despidió?
Es un proceso que se viene dando desde el 2010, incluso antes de que entre la nueva gerencia a la empresa. Se tomaron decisiones sobre ciertos casos que por requerimientos de las nuevas capacidades había que hacer.
¿Cómo se dio la noticia del despido a los trabajadores?
A los que trabajaban en la oficina matriz se les notificó ahí. En el caso particular del aeropuerto de Quito -y es el único- los llevamos a un local separado porque una de las cosas que queríamos era garantizar la continuidad de las operaciones. Preferimos hacerlo en un sitio independiente, separado del aeropuerto para que no afecte los vuelos.
Algunos despedidos dicen que no conocen las causas de su salida y quieren saberlo. ¿Cuál es su explicación?
La explicación gira alrededor de la reestructuración empresarial. La mayoría de las personas que salieron está conforme con la situación porque recibió su buena liquidación. Para mí es importante que cada empleado tenga su liquidación completa.
¿Es cierto que en el pago de las indemnizaciones la empresa aplicó otro cálculo?
Mi misión es que cada profesional reciba lo que la Ley dice. No es nuestra intención perjudicar a los empleados. Tenemos una política de puertas abiertas para recibir sus reclamos. Puede que haya casos en que los empleados tengan razón, pero los vamos a corregir.
¿Ellos deben pedir una audiencia con usted? ¿Cómo es el proceso?
No. Simplemente ellos hacen una carta y ahí solicitan que se revisen sus liquidaciones. Vamos a recibir todas las cartas. Como es un tema de Ley, a veces los asesores de los ex empleados tienen visiones diferentes a las de la empresa. Eventualmente, si es necesario, habrá que someterlas a un tercero que resuelva el tema.
¿En este caso sería un juez?
Sí, evidentemente. En muchos casos hay un tema de interpretación y queremos explicárselo. Es algo que debemos resolver en conjunto con los ex empleados.
¿Por qué no se explicó esto cuando se les notificó del despido? La gente dice que fue tratada como delincuente, que se bloquearon sus máquinas y que hubo policías. ¿Por qué se lo hizo?
En un proceso de liquidación las empresas tienen que tomar ciertas precauciones en el uso de sus sistemas. Es algo normal, no es un tema de maltrato al empleado. Todo el personal notificado recibió una carta en la que le agradecíamos por sus servicios y le notificamos que es un tema de reestructuración y que lamentamos prescindir de sus servicios. No comparto (las declaraciones). Estoy de acuerdo que al hablar de un número importante de personas el proceso es traumático, difícil y duro, pero eso no significa que los tratemos como delincuentes. Tenemos una política de puertas abiertas y no se le ha negado el acceso a nadie. Ya he tenido entrevistas con algunas de las personas despedidas.
¿Con cuántas personas se ha reunido?
Existen unas 20 cartas de reclamos y yo me he entrevistado personalmente con tres de estos funcionarios que han pedido hablar conmigo. No tengo problema en recibirlos y en explicarles lo sucedido. La parte legal jurídica ya la tratan con el departamento de Recursos Humanos.
¿Como se hizo el cálculo para el pago de las indemnizaciones y bajo qué ley se amparó Tame?
Se hizo bajo el Código de Trabajo y esto de acuerdo a la Ley de Empresas Públicas.
Algún momento en Tame se expresó que la mayoría de personas que salieron son las que se acogieron a las listas voluntariamente. Los ex empleados dicen que eso tampoco se respetó.
En un proceso como este, que lleva desde el 2010, se generan muchos rumores y desinformaciones. Nosotros no hemos comprometido la liquidación, de ninguna manera. No es la voz oficial de la empresa.
¿Se despedirá a más empleados durante este año?
El objetivo de esta reestructuración es tener una mejor empresa. Eso significa contar con el mejor personal, con las capacidades necesarias para permitirle a Tame responder a las políticas comerciales del país. La empresa no tenía eso y estaba orienta a cumplir con los vuelos domésticos. Tiene que competir con firmas como LAN y Avianca Taca-AeroGal. Si no lo hacemos nos vamos a ver en desventaja frente a las empresas que hacen un buen trabajo.
Eso significa que habrá más despidos si la gente no cumple las expectativas…
Por supuesto. Eso es claro y nuestro personal que ha quedado está comprometido en sacar adelante este proyecto.
¿No será que tienen miedo de que los despidan?
Si esa es la motivación para dar un mejor servicio no es la mejor de todas, pero es una motivación para esforzarse. No quiero sentarme solo en la parte negativa de la desvinculación, es difícil, traumático. Pero queremos una mejor empresa.