En el taller del joyero Isaac Arteaga, en el centro de Cuenca, se usa cada vez menos oro para elaborar aretes, anillos, pulseras, esclavas y dijes. Ahora prefiere la plata o reparar las joyas de sus clientes.
Arteaga y otros joyeros están preocupados por el incremento del precio del oro en el mercado internacional. Ayer llegó a USD 1 535 la onza, un nuevo récord.
Si bien eso beneficia a los países con reservas y a las personas que invierten en oro, los joyeros de Cuenca han dejado de exhibir sus obras en vitrinas.
Fausto Barrera, presidente de la Asociación de Joyeros, que aglutina a unos 300 miembros, dice que la elaboración de joyas ha caído entre un 60 y 70% desde hace dos años. “Lo único que se elabora en oro son anillos de grado y matrimonio, pero bajo pedido, ya no podemos darnos el lujo de tenerlos en exhibición”.
Barrera cuenta que antes se podía vender a crédito porque el precio del oro era estable. Ahora es difícil porque el oro sube cada día. Por ejemplo, un dije de menos de un gramo de peso en oro de 18 quilates cuesta hoy unos USD 50, hace un año se encontraba entre USD 15 y 20.
Galo Coello, subgerente de VazCorp, dice que el precio ha venido incrementándose desde hace unos tres años. Para él, la crisis en los Estados Unidos hizo que varios inversionistas internacionales adquieran metales como el oro, antes que papeles.
Romeo Guacho, propietario de Romeo Joyería, dice que el precio del oro repercute en la producción. “Si antes hacíamos unos 100 pares de aretes, ahora tenemos 50 y ya no hay variedad de prendas. Tenemos que fabricar según vayamos vendiendo”.
El joyero Rolando Peña está más preocupado porque “el negocio es nulo y casi no se vende nada”. Con él coinciden Fernando Llerenas y Rosario Sánchez. Además, dicen, cuando el oro sube de precio hay especulación por parte de los distribuidores.
Arteaga cree que los productores acaparan el oro, esperan que suba y lo venden aún más caro, por lo que se ven obligados a utilizar otros materiales como la plata. Aunque este último también subió de precio y ahora se cotiza a USD 45 la onza.
La mayoría de joyeros dice que el fuerte de sus negocios ahora está en las composturas.