La era de la minería a gran escala se inaugura hoy en el país con la firma del contrato para la explotación del proyecto de cobre Mirador por parte de la compañía china Ecuacorriente.
El acto está previsto para las 17:30 en el Palacio de Carondelet. Al mismo tiempo, una delegación del Gobierno explicará las condiciones del acuerdo en Toronto (Canadá) a fin de atraer inversión extranjera minera, en el marco del PDAC 2012, la feria de minería más importante en el mundo (ver nota compartida).
El contrato con Ecuacorriente tendrá una duración de 25 años y representará ingresos para el Estado por USD 4 458 millones si el precio de la libra de cobre permanece sobre USD 4.
El modelo se basa en un esquema de varios impuestos que debe pagar la minera a cambio de la extracción, procesamiento y exportación del metal (ver entrevista).
Pero además de Mirador, cerca de 20 proyectos en el Ecuador se encuentran en fase de exploración avanzada (ver mapa), etapa previa a la firma del contrato y a la explotación de oro, plata y cobre a gran escala, según el viceministro de Minas, Federico Auquilla.
El funcionario advirtió que en esos proyectos el Ecuador tiene un potencial de reservas de al menos 30 000 millones de libras de cobre que a valor actual (USD 3,9 por libra) representan alrededor de USD 117 000 millones.
A ello se le debe sumar el potencial en oro con reservas por 40 millones de onzas que a la cotización actual (USD 1 711 por onza) implican USD 68 440 millones.
En total, el país tiene reservas por un valor de USD 185 400 millones a los precios internacionales actualizados. Es decir, una suma equivalente a siete años del Presupuesto General del Estado aprobado para el 2012.
La actividad minera, sin embargo, implica también altos costos operativos que pueden bordear el 50% del precio de los minerales, explicó el ministro de Recursos No Renovables, Wilson Pástor.
Por ello no todo el volumen de ventas equivale a la utilidad del negocio, además de que los precios de los minerales no son fijos sino que oscilan según las condiciones de los mercados.
En Canadá, además de explicar el contrato de Ecuacorriente, el Gobierno pondrá 10 nuevas áreas a disposición del sector privado para su exploración. El anuncio se espera desde el año pasado pero no se ha concretado.
Para las empresas mineras que operan en el país la firma del contrato con la estatal china Ecuacorriente es un avance importante. Sin embargo, esperan con mayor interés el contrato de la empresa canadiense Kinross en el proyecto Fruta del Norte, al ser esta última una empresa privada.
Pablo Acosta, representante de Curimining —a cargo del proyecto Curipamba— dijo que con la firma del contrato de Ecuacorriente se espera que las acciones de las mineras que operan en el país suban en la Bolsa de Toronto.
Ello les permitirá, según Acosta, conseguir un mejor financiamiento para sus proyectos. “Si se suscribe el contrato con Kinross habrá otra buena señal”, expresó.
El gerente de Cornerstone (empresa a cargo del proyecto Shyri), Yvan Crépeau, opinó que el acuerdo con Ecuacorriente representa un importante avance en minería luego que la actividad estuvo paralizada dos años con el Mandato Minero y la nueva Ley.
Sin embargo, indicó que se espera la firma del acuerdo con Kinross como una señal más contundente para atraer la inversión hacia el sector minero.
El gerente de IMC , Hernán Moreno, coincidió en que la firma del primer contrato minero es un paso trascendental dentro del sector y señaló que actualmente en el proyecto Río Blanco que tiene a cargo la compañía, están realizando un estudio de costos para poder avanzar en la negociación de su contrato de explotación.