El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), Ben Bernanke, anunció ayer que las tasas de interés se mantendrán entre cero y 0,25%, en la primera rueda de prensa en la historia de la institución. También redujo la proyección de crecimiento económico del EE.UU., entre un 3,1 y 3,3%.
La recuperación económica procede “a ritmo moderado” y se espera una aceleración del crecimiento en el 2012 y el 2013, agregó Bernanke tras una reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés), que fija la política monetaria.
La economía estadounidense crecerá este año entre un 3,1 y un 3,3%, por debajo de las previsiones hechas en enero, cuando se pronosticaba llegar al 3,9%.
Pese a ello, las condiciones del mercado están “mejorando gradualmente” y la Fed mejoró su expectativa sobre el empleo, al calcular que en el 2011 la tasa de desocupación en Estados Unidos estará entre el 8,4 y el 8,7%.
La Reserva Federal señaló, por otra parte, que el plan de compra de títulos del Estado de USD 600 000 millones terminará en junio, como estaba previsto.
Este anuncio fue recibido con optimismo por el mercado, pues se entendió que no hay apuro en modificar la política monetaria ultra flexible con el fin de lograr la recuperación económica.
La idea de la FED es reducir el costo del crédito a fin de incitar al máximo a las familias a consumir y a las empresas a invertir para sostener la actividad y favorecer la creación de empleos, con el objetivo de crear lo que los economistas denominan un círculo virtuso de crecimiento.
Por otra parte, la FED afirma que el empuje de la inflación en Estados Unidos, provocado por el alza de los precios del petróleo y las materias primas, será “pasajero”.
Aunque la política monetaria flexible tiene tendencia a estimular la inflación, el Banco Central justifica el mantenimiento de esta estrategia en función de que las mediciones de la inflación de base (que excluye alimentación y energía) continúan “moderadas”, que las expectativas de inflación son estables y que en consecuencia, los efectos del encarecimiento del petróleo sobre los precios deberían ser “pasajeros”. Una manera de decir que todavía puede permitirse inyectar algunas decenas de miles de millones de dólares en el circuito financiero.
La FED piensa que Estados Unidos y la economía mundial tienen interés en un dólar “fuerte”, dijo Bernanke. En lo que va del año el dólar perdió 6,5% respecto a una canasta de monedas de los principales socios de EE.UU.