Cinthia Muñoz, moradora del sector de San Vicente de Nayón, a 10 minutos de Cumbayá, tuvo que bañarse, la mañana de ayer, con agua fría porque no consiguió un cilindro de gas doméstico para que funcione el calefón.
El local donde se abastece del combustible no vende el producto desde el sábado pasado.
No es la única que presenta este problema. En al menos siete sectores de la capital se escucha la misma versión: los centros de acopio entregan menos producto.
Este Diario visitó el miércoles pasado la envasadora de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de Eni (Agip) en Pifo, junto con una delegación del Ministerio de Recursos No Renovables. Esta industria abastece el 85% de la demanda de GLP en Quito.
Fuera de la planta aguardaban 13 plataformas con capacidad para 924 cilindros cada una. En el interior esperaban otras 12.
Uno de los técnicos de Eni, que pidió la reserva, explicó que el tiempo de espera de las plataformas se ha triplicado. Es decir, si antes se tardaban seis horas en reemplazar todos sus tanques, ahora se demoran 18 horas.
El problema se debe a que la planta tuvo una restricción de Petrocomercial en su cupo de GLP cercano a 400 toneladas la primera semana de este mes.
Ello, de acuerdo con el Ministerio de Recursos No Renovables, se debió a la salida de operación de la refinería de Esmeraldas y el retraso en la llegada de un buque que traía gas importado al puerto del Salitral, en Guayas.
Sin embargo, en los últimos días se ha incrementado la entrega para la planta respecto a los cupos normales, a fin de llenar el vacío que dejó la restricción inicial y abastecer la demanda normal.
Lo anterior, no obstante, es un proceso que tomará varios días.
Hasta el momento, la envasadora mantiene un déficit de 200 toneladas, las cuales espera cubrir hasta la próxima semana.
Aunque hay más GLP en la planta envasadora, la fila de tráilers se debe a que los tanques que llevan a sus centros de acopio se venden en pocas horas.
Ello, debido a que los distribuidores aumentaron la demanda, resultado de la escasez que tuvieron hace dos semanas.
Según los técnicos de Eni, cuatro plataformas que fueron enviadas el martes pasado a Carcelén, (3 696 cilindros) despacharon el producto en tres horas y media.
“Por un lado están reemplazando los cilindros vacíos. Pero se están guardando el producto (los distribuidores) y no están vendiendo. Eso no deben hacer porque ya está normal la provisión”, dijo uno de los técnicos de Eni.
Los distribuidores argumentan que también les ha afectado la restricción vehicular del pico y placa. Aunque funcionarios del Ministerio de Recursos No Renovables difieren al respecto.
Indicaron que los distribuidores vendían bombonas de tipo doméstico a restaurantes y hoteles en las primeras horas de la mañana, cuando eso está prohibido, y con el pico y placa se ven afectados. Advirtieron que el subsidio del gas no es para negocios.