Durante los meses de agosto y septiembre del 2004, el gobierno de Lucio Gutiérrez anunciaba con gran entusiasmo los resultados de los estudios de Beicip -Franlab, entidad adscrita al Instituto Francés del Petróleo, sobre la evaluación de las reservas y el plan de desarrollo del eje Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT).
También conocido como bloque 43, los campos dentro de este bloque se encuentran en el extremo nororiental del amazónico. La información arrojada por Beicip-Franlab daban cuenta de reservas petroleras que llegaban a los 909 millones de barriles de crudo de 14,7 grados Api, es decir, de crudo pesado.
La licitación del área estaba prevista para abril del 2005, pero la crisis política de ese año truncó la aspiración. Tampoco la concretó el gobierno de Alfredo Palacio, que también puso en su agenda el desarrollarlo estos campos.
Por su ubicación, tres empresas petroleras estaban interesadas en este bloque incrustado en el Parque Nacional Yasuní.
La primera era Occidental (Oxy), que operaba el bloque 15, a unos 60 kilómetros del ITT. La empresa tenía la infraestructura para enviar crudo del campo Edén por un oleoducto hasta el ITT, mezclarlo con el petróleo de ahí extraído y hacerlo más liviano para su transportación.
Una segunda compañía era Petrobras, que tenía la concesión del bloque 31 (ver infografía), también en el Yasuní, desde donde se podían tender las facilidades para explotar el ITT. Esta petrolera estaba muy interesada porque el bloque 31 tenía un rendimiento que no se sostenía solo, señaló Alberto Acosta, primer ministro de Energía del actual Gobierno.
Con la llegada de Alianza País al poder, en el 2007, se lanzó la propuesta de dejar el crudo en tierra a cambio de dinero, una idea que nació como parte de la moratoria petrolera en el sur oriente ecuatoriano, según Acosta.
De manera paralela, dice, desde el Ministro de Energía y Petroecuador se propusieron cuatro escenarios para el desarrollo del bloque. El primero, que la estatal construya la infraestructura. El segundo, que se conforme un consorcio de empresas chinas, brasileñas y chilenas para explotar los campos. El tercero, bajo una alianza con la venezolana Pdvsa. Y el cuarto, mediante una licitación con compañías privadas.
Todas estas opciones ya empezaban a configurar los financistas para el plan B del ITT. La empresa china Sinopec presentó al Gobierno un plan para mezclar el petróleo del ITT con nafta y refinarlo en el Bloque 15 para hacer más fácil su transportación.
Según documentos del ex sindicalista petrolero, Fernando Villavicencio, en el 2007 el Gobierno contrató estudios de visualización del ITT con la firma Energy Group y la Espe.
En el 2008, Petroproducción realizó un nuevo estudio de desarrollo de los campos, que incluyó una propuesta de Pdvsa.
Pero la idea ya no era explotar todo el bloque sino solo el área de Tiputini y Tambococha, que se encuentran fuera de la zona intangible del Yasuní. Quedó fuera el campo Ishpingo, que está en la zona intangible, aunque se puede tener acceso a su crudo a través de perforaciones horizontales.
Acosta y Villavicencio coinciden, sin embargo, en que hay un obstáculo legal que deberá sortear el Régimen. El artículo 407 de la Constitución prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas declaradas como intangibles. Para hacerlo, el Ejecutivo debe pedir a la Asamblea Nacional que declare de interés nacional la explotación en esta zona, lo cual incluso pudiera implicar una consulta popular.
Pese a ello, tres nuevos elementos muestran que el plan B camina a paso acelerado. Este año, el Ministerio del Ambiente aprobó la licencia para realizar estudios de impacto ambiental, una etapa preliminar a los trabajos de exploración sísmica en el área.
La segunda, los trabajos de exploración en el bloque 31 que realiza la estatal Petroamazonas desde el año pasado, una vez que ya obtuvo la licencia ambiental para explotar el bloque. Y la tercera, la ampliación del bloque 14 a cargo de la compañía china Petroriental, que actualmente colinda al norte con el ITT.
Con estas acciones en marcha, el Ministerio de Recursos no Renovables y la petrolera estatal Petroamazonas van cumpliendo un cronograma que pudiera estar listo hasta fines del próximo año.
En una presentación de la Secretaría de Hidrocarburos del Ecuador, llevada a cabo en mayo pasado en Montevideo, Uruguay, está registrado que el inicio de la producción de los campos Tiputini y Tambococha está previsto para el tercer trimestre del 2012.
La presentación se hizo en el foro de la Asociación Regional de Empresas del Sector Petrolero, Arpel 2011. Ahí se volvió a mencionar que la explotación de los campos se hará con estándares tecnológicos y las más altas exigencias ambientales.
Lo anterior implicará perforar 14 pozos e invertir USD 881 millones. El proyecto alcanzará una producción pico de 80 000 barriles al día, que equivale al 16% de lo que produce el país. Y la tasa interna de retorno es del 99%, una rentabilidad que es lo suficientemente alta para que el plan A del Gobierno pase a segundo plano.
Esperanza Martínez/ Ambientalista
Se quiere llegar por el bloque 31′
Para poder implementar el plan B de explotación del ITT se han tomado una serie de medidas de tipo legal y otras de tipo práctico en infraestructura.
Se ha difundido la idea de que las áreas de Tambococha y Tiputini están fuera del Parque Yasuní, lo que es falso. Se quiere rezonificar el parque y asumir que solo en la zona intangible no puede haber actividad petrolera, haciendo una interpretación confusa de la Constitución que protege a los parques nacionales.
Además de difundir este tipo de información, el Gobierno ha trabajado en la pretensión de hacer nuevos estudios en la zona para definir el uso del suelo y otro tipo de actividades en el Parque Nacional Yasuní.
Han circulado mapas que borran la parte del parque que estaría afectada por el bloque 31 y el bloque 43, o el ITT. A nivel local se están haciendo consultas con las comunidades para que den permiso a la sísmica complementaria. Se ha hecho apertura de trochas y tendido de cables en el bloque 31. Ahí se estaría tendiendo la mayor infraestructura para llegar a explotar el ITT.