Detrás de la casa de concreto y losa, que sobresale de otras de ladrillo y zinc, aparecen grandes árboles de cacao nacional.
La propiedad es de María Candelario y está ubicada al pie de un camino asfaltado en el recinto Panigón, de Milagro (Guayas).
En la parte frontal de la casa, el grano de cacao es expuesto al sol. El resplandor se mostraba el jueves pasado, después de cuatro días de lluvias incesantes.
La cosecha arrojó cuatro quintales en ocho cuadras de cultivo. Por cada uno espera recibir USD 83. El producto fue obtenido de árboles con más de 30 años de vida. En diciembre pasado, Candelario escondió su cosecha, porque el precio cayó a USD 60, algo que no sucedía hace 4 años.
Aunque para octubre no sabía cómo arrancarle más granos a sus árboles, bromeó. En ese entonces, el precio llegó a USD 130. Es un vaivén al que los productores de la zona han tenido que acostumbrarse en el último año. Más de 100 000 familias ecuatorianas viven del cacao.
A 8 kilómetros vive Víctor Haro. Tiene una finca cacaotera de10 hectáreas en el recinto El Deseo, de Yaguachi. También ha sufrido la inestabilidad de precios, aunque su realidad es distinta a la de Candelario. De por medio hay un certificado de producción orgánica que ayuda.
Hace seis años, Haro inició la rehabilitación de su huerta con podas y resiembra de árboles por plantas más productivas, investigadas por el Iniap. Están las variedades EET-559, 576 y 577.
“Esta finca tiene más de 80 años. Antes de la rehabilitación obtenía 4 quintales por hectárea y ahora son 14, pero la meta es llegar a 32 quintales. No uso químicos en mi cultivo”.
En el 2011 vendió hasta en USD 168 el saco de cacao fermentado y seco, aunque el precio promedio que recibió fue 140. Esta semana, la oferta cayó a USD 104.
Si bien la variación de precios depende del mercado internacional, el productor sí puede aplacar su impacto a través de buenas prácticas agrícolas. Ese es el criterio de Víctor Bajaña, titular de la Unión de Organizaciones Campesinas Cacaoteras del Ecuador (Unocace).
Por la acreditación orgánica, sus socios firmaron contratos que no permiten pagos por debajo de USD 100. En el 2010, la Unocace exportó 1 500 toneladas de cacao y el año pasado, fueron 1 600 toneladas.
Unocace tiene 13 años, agrupa a 18 asociaciones con 1 800 agricultores y exporta a Francia. “Nos va bien, no entendemos por qué muchos no se unen”, se pregunta Bajaña. Eso sucede, porque los pequeños productores temen no tener ingresos si es que tumban sus árboles viejos y siembran otros. Su cosecha verían dos o tres años después.
De esos beneficios ha escuchado María Candelario. Pero hay un motivo para no arriesgarse: le mataron a un hijo por resistirse a un robo y de él heredó dos nietos. “Si a ellos los crío con lo que gano en el campo, cómo dejar de producir”.
Alexander Franco, del recinto La Eugenia (Milagro), tiene una hectárea de cacao que le dejó su padre. Las plantas son de 20 años y dice que no tiene dinero para invertir en su rehabilitación. Gana USD 10 por jornal.
En el país no hay cifras oficiales de cuántas cacaoteras están rehabilitadas. Pero Xavier Elizalde lanza un cálculo fugaz: un 30% de cultivos debe estar renovado. Elizalde es director de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (Anecacao) y a través de esta organización se ha conseguido refrescar las cacaoteras de 10 000 hectáreas.
Según el Ministerio de Agricultura, en el país hay 471 792 hectáreas. “Con que hubiera un plan oficial para rehabilitar 500 hectáreas al año sería suficiente”, sugirió Elizalde.
Por el momento, el Ministerio capacita a pequeños cacaoteros en realización de injertos y siembra de clones mejorados.
La ICCO sesionará en Guayaquil
La Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), sesionará el próximo mes en Guayaquil.
Representantes de 40 países socios realizarán sesiones para evaluar el comportamiento del cacao en el mundo: oferta, demanda, productividad, consumo, precios y sustentabilidad.
La cita será del 26 al 30 de marzo, en el hotel Oro Verde, y allí se desempolvará la petición planteada años atrás, para crear la Asociación de Países Productores de Cacao Fino, anunció Lourdes Delgado, miembro de la comisión organizadora.
“Resulta injusto que el precio internacional se mida, según las producciones de Costa de Marfil; Ghana, Camerún y Nigeria, que son grandes productores de cacao corriente”.
A pesar de que el cacao fino tiene premios, aún no se pagan precios reales por ese panorama. Del total de la producción mundial de cacao, solo el 5% corresponde a granos finos.
La reunión de la ICCO es organizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de ProEcuador. Esta será la segunda ocasión en que
Ecuador sea sede de la máxima organización del cacao. La primera fue en 2005 y allí se analizó el porcentaje autorizado para cada país de cacao puro nacional.
Ecuador tiene el 75% de calificación, porque hubo mezclas con otros granos. La meta de este año es llegar al 100%. “Lo bueno es que el Gobierno, a través de Cancillería, se ha preocupado por lograr buenos resultados este año”, expresó Delgado.
El chocolate fino gana espacio en Ecuador
Ecuador es el primer exportador de cacao fino en el mundo. Grandes fábricas chocolateras de Europa adquieren este grano y en muchas de sus barras colocan la leyenda: con cacao arriba, que proviene de nuestro país.
Sin embargo, los industriales intentan desde los últimos años romper esquemas. Ya hay chocolates finos que se fabrican en el país y que tienen demanda en países europeos.
Carmen Chiriboga, vicepresidenta de Confiteca, cree que la industria local bien podría posicionarse como exportadora de chocolates finos. Para ello, cada fabricante debe buscar un nicho de mercado a quien atender.
República del Cacao, de Confiteca, es la marca de una barra de chocolate que tiene hasta el 100% de cacao puro nacional. Es exportado a varios países europeos y pronto será comercializado en los aeropuertos de Lima, España y Galápagos.
Debido a la gran acogida de este producto, Chiriboga anunció que una firma multinacional francesa se asoció con algunos empresarios ecuatorianos para utilizar la marca República del Cacao y establecer una fábrica de chocolates en el país.
El canciller Ricardo Patiño dijo la semana pasada, durante una visita a empresarios en Guayaquil, que Ecuador bien puede romper mitos y dejar de dedicarse solo a la exportación de materia prima. ¿Por qué no ser el primer exportador de chocolate fino del mundo?
Al momento, existen chocolates finos ecuatorianos bajo las marcas Chuckululu (‘ruiseñor’ en quichua), Pacari, Caoni, Fino de Arima, Kallari, Hoja Verde, entre otros. En 2011, las exportaciones llegaron a USD 560 millones aproximadamente entre cacao y sus derivados.