Criticadas por no haber previsto la crisis de finales del 2008, las agencias de calificación, encargadas de evaluar la solidez financiera de un Estado o una empresa, vuelven a ser señaladas con el dedo, mientras Grecia espera con urgencia la activación de un mecanismo de ayuda.
Una de las tres grandes agencias internacionales de calificación, Standard & Poor’s, rebajó ayer la nota de la deuda soberana española a largo plazo y advirtió que podría revisarla otra vez a la baja.
El martes pasado ya degradó la nota de la deuda portuguesa, relegándola a la categoría de inversiones especulativas o ‘chatarra’.
La Comisión europea se hizo oír ayer, pidiendo a las agencias de calificación que trabajen “de manera responsable y rigurosa”.
La portavoz de la Comisión para los servicios financieros, Chantal Hughes, dijo que el ejecutivo europeo espera que cuando las agencias evalúen la solvencia de Grecia “tomen en cuenta los fundamentos de la economía griega y el plan de apoyo preparado por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión” .
Relativizando la importancia otorgada a las agencias calificadoras, el director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, dijo en Berlín que no había que creerles mucho.
Las agencias de calificación “reflejan lo que recolectan (como información) en el mercado”. “No hay que creer mucho lo que dicen, incluso si tienen su utilidad”.
Interrogado por la AFP , el presidente de la comisión de Finanzas del Senado francés, Jean Arthuis, lamentó que las agencias hayan actuado tan tarde. “Desde 2004, sabíamos que las autoridades griegas hacían trampa”.
Para otros economistas, sin embargo, las agencias de calificación están cumpliendo su papel.
Capelle Blancard destaca la siguiente paradoja: “Cuando las agencias de calificación intervienen demasiado tarde, se les reprocha no haber anticipado la crisis. Cuando lo hacen un poco demasiado pronto, se les reprocha el provocar la crisis. Llegado un momento, hay que ser coherente”.
Henri Sterdinyak, experto del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas, (OFCE), añade: “Si las calificaciones se miran tanto, es porque los Estados han sido incapaces de regular los mercados financieros y de prohibir la especulación con los CDS (Credit Default Swap)”.