En el Ministerio de la Vivienda y sus oficinas regionales, la restricción en el acceso al Bono de la Vivienda es un hecho desde el 31 de marzo pasado.
Y ello se ha comunicado a constructores y usuarios, pese a que no exista un documento legal que lo sustente más allá de las declaraciones del ministro del ramo, Walter Solís.
El 31 de marzo pasado, mediante el oficio MIDUVI-D- WSV-2011, al que tuvo acceso este Diario, el titular de la Cartera dispuso a los coordinadores regionales y directores provinciales que “cualquier información relacionada con el Bono de la Vivienda Urbana se remite exclusivamente a los datos señalados en el reporte adjunto”.
[[OBJECT]]A continuación, se añadía la copia de una noticia de diario Expreso de Guayaquil del 28 de marzo pasado en la que Solís anunciaba que el Bono de la Vivienda de USD 5 000 solo se entregaría a los compradores de casas con un precio de hasta USD 20 000, cuando el límite anterior era de USD 60 000.
Este fue el único documento al que se remitió a clientes, constructores y vendedores como el sustento para la decisión. Sin embargo, según estos actores, no existe ninguna resolución o acuerdo ministerial que la sustente más allá de ese oficio.
Para que los límites del acceso del bono fueran cambiados, el Ejecutivo debió haber reformado la legislación que rige al Ministerio de la Vivienda vía decreto.
Sin embargo, no ha habido una reforma a esta legislación desde el Decreto Ejecutivo 127 del pasado 11 de noviembre del 2009.
Este Diario revisó todos los decretos ejecutivos expedidos desde el 23 de diciembre del 2010 que constan en la página electrónica de la Presidencia, y ninguno de ellos se refiere a una reforma para la entrega del Bono de la Vivienda. Más allá de las declaraciones del ministro Solís en los medios de comunicación, las propias empresas constructoras no han recibido un documento.
La gerente de Ventas de Eco Arquitectos, María Elena Guijarro, indica, sin embargo, que pese a la falta de este sustento legal, la restricción a la entrega de Bonos de la Vivienda es una constante que se vive desde enero de este año.
Explica que los pedidos para acceder al bono presentados en octubre del 2010, recién fueron contestados en marzo.
Ello no era usual, ya que en años anteriores, este tipo de solicitudes eran respondidas en 30 días.
Los retrasos y restricciones de las entregas del bono han desanimado a los clientes de menores recursos que presupuestaban recibir el bono de USD 5 000 para financiar sus casas.
Ese es el caso de Juan M., quien aplicó a un departamento de USD 40 000 en Ciudad Jardín, al sur de Quito. Para financiar su vivienda pidió un préstamo de USD 27 000 a 12 años plazo.
Aunque entregó su papeles a la inmobiliaria desde marzo, aún no ha recibido una respuesta sobre el Bono de la Vivienda. Al no contar con ese monto, no puede pasarse al departamento que compró y teme tener que contratar un nuevo préstamo.
A pesar de que se buscó la versión del ministro de la Vivienda, Walter Solís, no se tuvo respuesta hasta el cierre de esta edición.