Los ministros de Finanzas de la Zona Euro y otros acreedores públicos de Grecia, Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Central Europeo (BCE), prevén reunirse hoy en Bruselas por tercera vez en dos semanas para intentar un acuerdo sobre la entrega de una ayuda a Grecia, y evitarle el riesgo de una suspensión de pagos.
En total, se trata de 44 000 millones de euros (USD 57 000 millones) en ayudas prometidas al país, cuya entrega está retrasada. “Por una vez, Grecia no tiene al parecer ninguna responsabilidad” por este retraso, subraya Carsten Brzeski, analista del banco ING.
En efecto, el país ha llevado a cabo las reformas que se le exigían para obtener al menos el mayor de los tramos de esta ayuda, 31 200 millones de euros (USD 40 483 millones) bloqueados desde la primavera boreal. El Gobierno griego, al borde de la suspensión de pagos, se ha convertido ahora en impotente espectador de las negociaciones entre sus acreedores, incapaces de ponerse de acuerdo sobre la manera de reducir la colosal deuda helena.
Los ministros de Finanzas de la Zona Euro (Eurogrupo) hablaron el sábado pasado por teléfono y “se pusieron de acuerdo sobre una base de negociaciones con el Fondo Monetario” sobre los medios para reducir la deuda griega, afirmó una fuente europea.