¿Cómo le ha ido al comercio exterior del país en los últimos cuatro años?
Ha existido un crecimiento de las exportaciones y también del peso del sector externo en la economía. Ha mejorado la calidad de los productos, aunque no como debía para competir con los socios de la región. Tal vez el inconveniente es que el comercio exterior no ha tenido el desempeño que debió tener.
¿Esa leve mejoría que señala se ha logrado gracias a una política comercial del Gobierno o pese a ella?No es gracias a la política ni pese a ella. Es una inercia que existía por el desarrollo sectorial, por el talento empresarial en algunas áreas, por entender mejor las reglas del comercio exterior.
Si al sector exportador le ha ido relativamente bien, ¿por qué se tuvo que restringir las importaciones en el 2009?
A las importaciones se puso una restricción por un problema de balanza de pagos que podía causar una iliquidez, con terribles consecuencias en el comercio exterior y en la inestabilidad económica y política del país.
Ahora ya no hay crisis como en el 2009 y se habla de nuevas medidas restrictivas.
Mientras sean pactadas con el sector privado para bajar las importaciones pueden ayudar en la coyuntura. Sin embargo, creer que vamos a dejar de importar porque subimos los aranceles 5% o 10% es diferente. El problema del contrabando es algo muy serio. Y no es porque este país sea corrupto, sino porque está integrado a Colombia, a Perú, al resto del mundo, se puede comprar por Internet, etc.
Con todos los vaivenes en el comercio exterior, ¿se puede decir que en el país ha existido una política comercial en los últimos cuatro años?
Ha habido elementos de política comercial que se han puesto en marcha. Es difícil decir que ha habido una política plena y coherente. No creo que sea así.
Ahora se habla mucho de la necesidad de tener acuerdos comerciales con la Unión Europea y EE.UU. ¿Ecuador tiene claro qué quiere en esos acuerdos?
Con la UE que se ha venido trabajando de manera continua, hay más claridad sobre el tipo de acuerdo que nos interesa y el que está dispuesto a suscribir la UE. Creo que es posible conciliar posiciones.
¿Puede Ecuador obtener un acuerdo diferente al de Colombia y Perú con la UE?
Sí. Pero no me preocuparía si es diferente, sino qué tanto represente a los intereses del Ecuador. El acuerdo con la UE recoge las particularidades de cada país en agricultura, servicios, propiedad intelectual, etc. Sí hay espacio para reconocer esas diferencias.
¿El Gobierno ha definido qué es lo que quiere en la negociación con la UE?
Lo está definiendo y tiene el compromiso de transmitirlo para entrar en la parte final de la negociación. Si en esa parte final no hay acuerdo, habrá que esperar otro momento. Lo importante es que sí se puede entrar a negociar, que sí podemos encontrar nuestros intereses. Soy optimista en que se llegará a un acuerdo.
¿Con EE.UU. es diferente?
EE.UU. pasa ahora por un proceso de reordenamiento político interno. La coyuntura internacional cambió luego de la crisis del 2008-2009 y la sociedad estadounidense ve su economía de una manera distinta. Los acuerdos que ya están negociados con Colombia, Panamá y Corea están detenidos porque todavía no se asienta el polvo de la crisis.
¿Qué escenario hay para que se amplíen la Atpdea y que los productos ecuatorianos ingresen al mercado de EE.UU. sin pagar aranceles?
Las seis semanas de prórroga, que terminan el 12 de febrero próximo, y la coyuntura en EE.UU. dejan poco espacio para maniobrar, pero se están haciendo visitas a funcionarios del Gobierno y del Congreso estadounidense. También se busca que los importadores de EE.UU. hagan lo propio, porque el beneficio es mutuo en empleo y bienestar.
¿Qué opciones hay para compensar la falta de Atpdea por un tiempo?
Son pocas. Cuando se habla de que se podría compensar a los exportadores con algún tipo de subsidios, hay que considerar que existen limitaciones legales internas y externas. Los subsidios a las exportaciones no están autorizados en la normativa internacional y hay mecanismos para contrarrestar el efecto del subsidio.