México es el gran ganador en materia de comercio e inversiones frente a Ecuador. Pero el país busca repotenciar esa relación, principalmente, a través de un acuerdo que le permita fortalecer el ingreso de sus productos y empresas en territorio mexicano.
Este y otros puntos serán revisados durante la reunión que mantendrán mañana los presidentes de Ecuador y México, Rafael Correa y Enrique Peña Nieto, en Quito.
Las Preferencias Arancelarias Regionales, el Acuerdo Regional de Apertura de Mercados a Favor de Ecuador y el Acuerdo de Alcance Parcial 29 son los mecanismos que han permitido, aunque reducidamente, el acceso de los productos nacionales a ese país.
Según la Comunidad Andina (CAN), el ACE 29, por ejemplo, apenas otorga preferencias arancelarias para un reducido número de productos, entre el 3% y 7% del total de partidas arancelarias. Así lo reconoce también Nicolás Espinosa, presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriana Mexicana.
“Hemos venido insistiendo en buscar un acuerdo comercial más amplio. Existe un déficit comercial alto”.
Según el Banco Central del Ecuador (BCE), la brecha a 2013 fue de USD 786,5 millones. Y el desbalance en contra de Ecuador ha sido creciente en los cuatro últimos años.
De hecho México, según Fedexpor, es el cuarto proveedor de Ecuador en productos no petroleros. Para ese país, el peso de los envíos nacionales es mínimo.
“Tenemos potencial para que crezcan las exportaciones de algunos productos que actualmente ya enviamos, como los tableros de madera y los textiles. La firma de un acuerdo es fundamental para eso, pero el proceso ha estado detenido”.
Esto último se explica por la falta de decisión política y por coyunturas propias de la agenda comercial de ambas partes, como la prioridad de otros acuerdos comerciales.
En el 2008 una delegación público-privada ecuatoriana viajó al país centroamericano para revisar las posibilidades de concretar un acuerdo.
El tema caminó lentamente hasta el 2011, año en el que se definió un cronograma de trabajo, sin avances significativos.
Hasta la fecha, ambos países han logrado intercambiar listas de productos para que ingresen a sus respectivos mercados en mejores condiciones arancelarias. Ecuador también ha planteado que un acuerdo debiera incluir temas de cooperación, asistencia técnica, turismo e inversiones empresariales.
“Se debe buscar un programa de protección de inversiones (…) Esto como complemento a lo que se ha venido dando entre los dos países. La inversión mexicana en Ecuador ha sido importante”, dijo Espinosa.
Según la Embajada de México en el país, se contabilizan inversiones acumuladas por cerca de USD 5 400 millones durante los últimos años.
Entre el 2010 y 2012 las inversiones fueron altas.
La mayor parte de estas se dirigió al aumento de capital, sin dejar de lado la constitución de nuevas empresas.
Existen 19 empresas en las que se concentra la inversión directa. Mientras que según la Cámara y con base en datos de la Superintendencia de Compañías hay 266 empresas ecuatorianas que registran accionistas mexicanos, entre personas naturales y jurídicas, en sectores como el maderero, de alimentos y bebidas, plásticos, telecomunicaciones, etc.
La más importante de esas inversiones es la de Claro, que pertenece al conglomerado del magnate Carlos Slim. La operadora, presente en Ecuador desde 1993, señaló a este Diario que desde el 2000 ha invertido USD 8 100 millones en su operación en el país. También ha generado USD 4 300 millones en impuestos.
Los planes de expansión de la firma en el país se concentrarán en incrementar su cobertura 3G en, al menos, 80 ciudades más y mejorar el servicio con conexiones de fibra óptica.
Todo ello pese a la multa de USD 134,5 millones que le fijó el mes pasado la Superintendencia de Control de Poder de Mercado por afectar a la libre competencia.
Otras empresas mexicanas en el país también tienen planes de crecimiento. Una de ellas es Mexichem, dueña de la marca Plastigama, fabricante de productos de plástico como tuberías de PVC.
Según Víctor Aguilera, director general en Latinoamérica de la empresa, se espera invertir USD 50 millones en los próximos cuatro años. Desarrollará una nueva planta que estará operativa en el 2016.
“El mercado ecuatoriano tiene moneda dura, tiene preferencia por productos de calidad e innovación a escala mundial, tiene potencial”.
La multinacional Coca-Cola, cuya embotelladora en Ecuador es la mexicana Arca, también prevé invertir USD 1 000 millones durante los próximos cinco años. Arca adquirió el año pasado a Grupo Toni, cuya transacción fue valorada en USD 400 millones.
Del lado ecuatoriano, las firmas locales también quieren tener presencia en México. Un acercamiento será a través de los procesos que lleva adelante la Cámara binacional. Por ejemplo, del 12 al 14 de marzo una misión de ocho empresarios viajará a Expo Antad 2014 para promover sus productos. Entre las firmas están Conservas Isabel, Fashionlana, etc.
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