El presidente de Ícaro, Guido Saltos, señaló que el Consejo Nacional de Aviación Civil (CNAC) sí conoce los detalles de por qué la firma resolvió su disolución, el 26 de mayo.
El pasado martes, día en que se hizo público el pedido de disolución ante la Superintendencia de Compañías, el titular del (CNAC), Carlos Jácome, señaló que la entidad no sabía de la decisión adoptada por la firma, por lo que pediría aclaraciones.
Sin embargo, Saltos, a través de un comunicado, señaló que dos días antes de que los accionistas decidieran disolver la firma, se reunieron con autoridades de la CNAC para detallarles el hecho.
“Absolvimos todas sus inquietudes… En los últimos meses Ícaro ha venido enfrentando un trato inequitativo frente a otras firmas nacionales y extranjeras”.
Este comentario molestó al Presidente del CNAC, quien dijo que Ícaro siempre responde diciendo “que les tratan mal” y que la entidad nunca ha dado trato discriminatorio a nadie. Aclaró, además, que sí retiraron las frecuencias a Galápagos debido a que no las estaban utilizando.
Esa puntualización se hizo debido a que en el comunicado de la empresa se establece que todas las frecuencias se las retiraron a pedido de la misma firma.
En este escenario, Ícaro seguirá volando a Manta y a Coca hasta que termine el proceso de disolución. Todo esto, mientras la Superintendencia de Compañías aún no ha aceptado el pedido y demorará un tiempo no determinado que lo haga.
La empresa reconoció que enfrenta problemas, pero que podría dejar sin efecto el pedido de disolución si, durante el proceso de liquidación, mejora la situación de la compañía.