Tras el compromiso de Grecia, el Gobierno de Atenas podrá contar con una salvación de la banca rota en el último minuto cuando hoy los ministros de Economía de la Eurozona den luz verde al segundo paquete de ayuda de al menos 130 000 millones de euros.
Los últimos detalles de este paquete se negociaron todo el fin de semana. En los últimos días Grecia ha ido cumpliendo con las condiciones impuestas por los países del euro, entre las que figuraban que los recortes sean respaldados por el Parlamento y por los jefes de los grandes partidos, para asegurar que se harán efectivas las medidas de ajuste, así como el ahorro adicional de 325 millones de euros.
Este paquete de ayuda es además un requisito para que se llegue a la quita de la deuda por parte de los acreedores privados, como bancos y aseguradoras. Con ello, las deudas de Atenas se reducirían en 100 000 millones de euros. Como contrapartida a los créditos multimillonarios, Atenas tendrá que imponer controles más severos a su economía.
Con ello, Grecia eliminará los 100 000 millones de los más de 350 000 millones de euros que suma su deuda pública, en una operación de reestructuración voluntaria con sus acreedores privados inédita en la historia de las finanzas. El récord lo ostentaba Argentina, cuya deuda ascendía a unos 73 000 millones de euros cuando se declaró en cesasión de pagos (‘default’) en el 2002.
En mayo del 2010 los países del euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedieron créditos por 110 000 millones de euros, impidiendo la bancarrota.
En esta ocasión, con el segundo paquete de ayuda, se espera evitar una suspensión de pagos de la deuda. Para ello se armó un montaje complejo, acordado por los acreedores públicos y privados.
Atenas ha aceptado una de las demandas principales de Alemania, que hará que los ministros de Finanzas acuerden hoy crear una cuenta bloqueada para efectuar la devolución de los créditos.
Desde esta cuenta se enviarán parte de los ingresos estatales, que se utilizará exclusivamente para pagar intereses y cuotas de nuevos créditos. Atenas no podrá emplear ese dinero para otros gastos. De este modo, el Gobierno pierde de facto una parte de su soberanía sobre los presupuestos.
Adicionalmente, el ajuste contemplará fuertes recursos en el aparato público, lo que ha generado malestar en la población. De hecho, nuevamente recrudecen las protestas, apenas una semana después de los violentos enfrentamientos en varias ciudades.
Para estos días, las centrales de trabajadores han llamado para realizar movilizaciones de protesta contra las medidas.