El FMI pronosticó hoy en Brasil que los flujos masivos de capital hacia los mercados emergentes, incluso los de América Latina, se mantendrán “por muchos años”, y recomendó a los gobiernos tomar medidas para evitar que este fenómeno genere desequilibrios cambiarios perjudiciales a sus economías.
“Inversores de todo el mundo se despertaron para las oportunidades de crecimiento en los países de mercado emergente”, afirmó el asesor especial del director gerente del FMI (Fondo Monetario Internacional), Min Zhu, ante los participantes de una conferencia sobre flujos de capital inaugurada hoy en Río de Janeiro. Según Min, “es probable que flujos robustos de capitales para las Economías de Mercado Emergente (EMEs) sean una característica estructural de los mercados globales todavía por muchos años”, lo que requiere de los gobiernos cuidados especiales, en especial en el caso de los países latinoamericanos.
El representante del FMI justificó su advertencia afirmando que un ambiente externo “extraordinariamente favorable” suele ser propicio “a un crecimiento extremadamente elevado en la demanda interna y a la acumulación de vulnerabilidades en la región”.
Además, apuntó que, a diferencia de lo que ocurre en Asia, las transacciones corrientes de América Latina ya son deficitarias y, aunque no hayan alcanzado niveles peligrosos, estos déficits pueden llevar rápidamente a una posición más vulnerable.
En este sentido, consideró que “América Latina tiene por delante un trabajo muy duro en diversos frentes para contener el riesgo de ciclos de expansión y retracción”. Según Min, los países deben adoptar medidas macroeconómicas para retirar mecanismos demasiado generosos de atracción de capitales y, de ser necesario, adoptar “medidas prudenciales” para administrar los flujos externos de divisas.
El funcionario mencionó como ejemplo a Brasil, que hoy enfrenta problemas por la sobrevaluación de su moneda, el real, tras haber recibido 100.000 millones de dólares en inversiones externas en 2010 y 37.000 millones de dólares más en el primer trimestre de este año.
Pese a sus advertencias, Min destacó que los flujos masivos de capital hacia las economías emergentes también son consecuencia de “la política económica de los países exportadores de capital”, lo que, según aseguró, será objeto de un análisis profundo por parte del Fondo, que dará a conocer sus conclusiones en julio.
“Asegurar que todos los países puedan cosechar los beneficios de los flujos de capitales es una responsabilidad compartida por las economías avanzadas y de mercado emergente, por los países deficitarios y superavitarios, por las naciones importadores y exportadoras de capitales”, apuntó.
El seminario, que proseguirá hasta este viernes en Río de Janeiro, fue organizado por el FMI y por el gobierno de Brasil, que se preocupa actualmente por la pérdida de competitividad de sus productos industrializados en el mercado global, a raíz de la fuerte apreciación del real frente al dólar.
El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, atribuyó el fenómeno a una supuesta “guerra cambiaria” entre Estados Unidos y China, que devalúan sus monedas para estimular las exportaciones.
La preocupación de Brasil fue confirmada hoy por el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, quien, al hablar hoy ante los participantes del seminario, reconoció que las medidas adoptadas hasta ahora por el gobierno han sido insuficientes para cambiar el escenario de fortalecimiento de la moneda nacional. “Este es el escenario internacional, no hay forma de escapar. Tendremos que convivir con el cambio muy apreciado por más tiempo”, expresó Pimentel.