La firma Swissoil labora hace dos años en Guayaquil. Para la compañía, lo principal ha sido dar prioridad a la salud integral de sus colaboradores, pero no en difundir valores, los cuales ahora serán implementados para crear un mejor ambiente, dijo Santiago Díaz, gerente de la empresa.
El empresario junto con otros ejecutivos participaron de la conferencia Ética y Valores en los Negocios, un encuentro realizado el pasado martes en el edificio de Las Cámaras, en el norte de Guayaquil.
La charla fue organizada por la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) y la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), el pasado martes.
El objetivo que tienen estas charlas, señaló Henry Kronfle, presidente de la CIG, es que las empresas “hagan las cosas con transparencia, justicia y así evitar situaciones de fraude y evasiones tributarias”.
En algunas empresas los valores están escritos en un manual de ética corporativa. En otras están establecidos en forma tácita y se los refuerza con charlas semanales, como es el caso de la firma Ecua-Andino Panama Hats.
Alejandra Lecaro es gerenta de la empresa de sombreros de paja toquilla y cuenta que siempre conversa con sus colaboradores sobre la importancia de los valores en el desarrollo empresarial. “La honestidad es el principal valor, ya que genera confianza con el interlocutor y crea buenas relaciones comerciales”.
Los valores que hay que rescatar, según el clérigo mexicano Ángel Espinosa de los Monteros, expositor, son la honestidad, justicia, respeto y veracidad. Estos valores permiten que la organización sea responsable en sus acciones.
Lo importante, antes que analizar la tarifa de salarios o la estructura de la organización, es buscar las necesidades de los colaboradores y de sus familias, afirmó Espinosa. Además, dar una remuneración justa.
La regla principal de la empresa Electroquil, según Ramiro Tumbaco, gerente financiero, es hacer sentir a los trabajadores apreciados y que su familia lo perciba. Este valor está dentro de las normas corporativas, manifestó.
La forma de adquirir el personal, la manera de tratarlos y de despedirlos, refleja la ética y la moral que manejan las organizaciones. “Estas acciones deben ir acorde a la verdad y no a lo que se piense que es correcto”, manifestó Espinosa.