Tres meses después de que las tarjetas de crédito de las casas comerciales quedaran inhabilitadas, los consumidores se adaptaron a las nuevas alternativas de compras.
En un recorrido por el centro de Guayaquil, en almacenes dedicados a la venta de ropa y electrodomésticos, se pudo constatar que la calificación al crédito está vigente con la presentación de la cédula de identidad.
La mayoría de firmas ya tenía la base de datos de sus ex tarjetahabientes y se les facilitó la adaptación de este mecanismo.
[[OBJECT]]Uno de los almacenes que aplica esta estrategia es Eta Fashion. Juana Alfonso se acercó la semana pasada al almacén e hizo su primera compra sin la tarjeta Planeta, por USD 70, la que difirió a tres meses plazo. Solo presentó su cédula.
En Comandato, el cliente antiguo imprime su dedo pulgar sobre un lector y el sistema arroja el monto al que puede acceder para alguna compra a crédito. Los nuevos deben presentar referencias, como tener mínimo un año de estabilidad laboral.
Almacenes La Ganga no tuvo que hacer mayores cambios. Si bien emitía tarjetas con el nombre de los clientes, estas no eran de crédito, sino de fidelidad, porque tampoco realizaba envíos de estados de cuenta.
Siempre, el interesado en adquirir algún artefacto allí tenía que presentar su cédula.
En Pycca sucede algo similar, con la diferencia de que para animar a sus clientes a seguir adquiriendo crédito, aprueban incrementos de cupo. Eso le ocurrió a Adrián Avilés. Le dijeron que luego de analizar su comportamiento de pago de los últimos años, podía acceder a USD 150 más para su crédito.
Una resolución de la Junta Bancaria dejó sin efecto el uso de tarjetas comerciales desde el pasado 6 de julio.