Desde la promulgación de la nueva Constitución, en el 2008, un nuevo destino operativo se comenzó a delinear para el Banco Central.
Hoy el Semanario Líderes presenta un informe completo sobre los cambios que se lleva adelante en el interior del ex instituto emisor, creado en 1927.
La norma clave en la que descansan las reformas del Central es el artículo 303 de la Carta Magna que dice: “La formulación de la política monetaria, crediticia, cambiaria y financiera es facultad exclusiva de la función ejecutiva y se instrumentará a través del Banco Central”.
Sobre esta base se lleva adelante el uso de la Reserva Internacional de Libre Disponibilidad, para actividades productivas, a través de la banca pública.
También ordenó que la banca privada mantenga el 45% de su liquidez dentro del país. Esto implicó que las entidades repatríen parte de recursos del exterior.
Una de sus últimas atribuciones es la de implementar el Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), aprobada a inicios de julio por el Directorio del BCE, presidido por Diego Borja.
Según este funcionario, el nuevo esquema del BCE impide que sea un banco de desarrollo, pero tiene otras funciones.
Esto hizo que la Dirección Nacional de Estudios pase al Ministerio de Política Económica y el Central solo mantenga la Dirección de Estadísticas.
Según Borja, en Estadísticas se recogerá los datos y la dirección de estudios, en cambio interpretará la información económica.