Apple inauguró ayer en Pekín la mayor tienda en toda Asia, la sexta en China continental (aparte del área de Hong Kong) , un país que es el segundo mercado de la marca, después del estadounidense.
El Apple Store, en pleno corazón de Pekín, comprende tres niveles para una superficie total de 2 300 metros cuadrados.
Poco después de su apertura el almacén rebosaba de clientes y un centenar de personas hacían cola en el exterior de la misma.
Estos últimos años, el lanzamiento en China de nuevos modelos de iPhone ha dado lugar, regularmente, a avalanchas de gente y a la aparición de un mercado negro por el enorme entusiasmo que suscitan en la clase media este tipo de teléfonos.
Pero Apple también se lleva críticas por las condiciones de fabricación de sus productos en China. El grupo taiwanés Foxconn, uno de los grandes subcontratistas de Apple, Nokia y Sony, reconoció la semana pasada que emplea a jóvenes de 14 años en una fábrica china, que han hecho protestas.