78 000 personas serán las impactadas por el incremento de las tarifas eléctricas, aprobada la noche del pasado jueves por el Directorio del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec).
Desde julio, los clientes residenciales que consuman más de 500 kilovatios hora, que corresponde a una planilla mensual de alrededor de USD 56 (ver tabla).
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Para Dídimo Menéndez, subdirector de Pachakutik (Costa), la tarifa propuesta afectará directamente a la clase alta y no a la clase media ni baja del país.
“Siempre he creído que todos los subsidios deben ser correctamente focalizados, hacia quienes realmente lo necesitan. Si alguien quiere consumir su aire acondicionado las 24 horas del día, en el caso de la Costa, y requiere de otros artefactos para mejorar su calidad de vida, si se puede decir así, entonces que pague más. Si este grupo cree que es injusto pagar más, entonces que ahorren” .
Sin embargo, el guayaquileño Argelis Mendoza, considera que la nueva decisión es injusta.
“Soy soltero y trabajo casi todo el día. Como tal, consumo alimentos fáciles de preparar y el microondas se convirtió en un aliado. No tengo hidromasajes ni piscina, pero sí un aire acondicionado. Es imposible estar encerrado en casa con el calor que se registra en Guayaquil. Marzo fue el mes más caluroso y no se podía ni dormir. Compré uno de estos artefactos y es lo que eleva mi tarifa. Lo prendo toda la noche cuando hace calor. Si no es necesario, como en esta época de verano, simplemente lo apago”.
En ese sentido, para el quiteño Diego Paredes, quien tiene una casa de tres habitaciones en el norte de Quito, la medida le obligará a ahorrar. “Hay meses que, reconozco, malgastamos la luz y suele venir una tarifa más alta. Creo que desde ahora nos tocará tener un poco más de cuidado para no pasarnos del nivel que han determinado las autoridades”.
El presidente Rafael Correa, en su locución de ayer, señaló que el nuevo tarifario está dirigido para crear una mayor conciencia de ahorro. “Palo porque bogas, palo porque no bogas. Primero nos critican de por qué no quitamos los subsidios y ahora que damos este paso nos vuelven a criticar”.
Sin embargo, para el analista petrolero Henry Llanes, esta revisión de las tarifas, más los nuevos impuestos en camino, se dan en un escenario donde el Régimen requiere sostener un Presupuesto ue tiene una lógica clientelar.
“El Presidente prefiere estas medidas antes que focalizar el subsidio al gas. No aplica esta política por conveniencias y cálculo político; no le importa subsidiar a sectores sociales de grandes ingresos económicos ni evitar el contrabando. Entre más se incrementa el precio del petróleo, destina más dinero para importar los combustibles, los cuales tienen un costo mayor que el precio del barril del petróleo, algunos derivados superan el 60% y otros más del 100% de los ingresos”.